‘Staycation’: ¿de verdad mola quedarse en casa en vacaciones?
Colaboro en este interesante artículo de Cristina Castro para El Independiente.com
Cuando algunas ciudades se quedan desiertas, cuando aparcar en el centro es más fácil que nunca y plantar la sombrilla en la playa casi misión imposible, algunos prefieren apuntarse a la última tendencia vacacional (quizás no tan última), hacerse una “staycation”.
De stay – quedarse – y vacation – vacaciones -, este concepto se remonta 14 años atrás, cuando en agosto de 2005 The Washington Post publicó un artículo en el que decía “la ciudad se vacía. El viaje se hace soportable. Es el momento perfecto para una staycation, bajarse de los tacones y disfrutar de las comodidades del hogar: sábanas de 300 hilos, fogatas al aire libre, nevera bien surtida”.
Básicamente, el concepto trata de elevar de categoría el hecho de quedarse en casa en lugar de viajar en vacaciones. Quedarse en casa o hacer pequeños planes de día y cerca del hogar que no exijan la preparación de equipaje.
Desde entonces, staycation ha sumado más de 15,5 millones de resultados en el buscador de google y algunos medios hablan de ello – tanto bien como mal -, diferenciando entre quienes lo ven una opción muy cool y quienes lo ven como la forma que tienen los medios para convencernos de las bondades de ser pobres.
Para el Sergio García Soriano, experto del Colegio de Psicólogos de Madrid (COP), el hecho de usar un neologismo para hablar de algo tan sencillo como quedarse en casa ya busca que parezca más atractivo o bueno el concepto. “Hay una parte de realidad, pues el ser humano necesita estar tranquilo en casa de vez en cuando, pero también necesitamos salir de la rutina para recargar pilas, por eso el staycation parece una cuestión más bien una cuestión de postureo para esconder la rabia de no salir de viaje”, afirma el psicólogo.
“Podemos ser playacéntricos o montañacéntricos, pero todos necesitamos salir de nuestra rutina para coger fuerzas, para flexibilizar pensamientos y afilar el hacha para que pueda volver a cortar el cuerso siguiente”, incide García.
Sin embargo, más allá de la polémica, quedarse en casa tiene ventajas e inconvenientes. Y a partir de ahí, cada uno que elija lo que quiera (y pueda).
Ventajas de practicar staycation este verano
- Disfrutar de la paz y tranquilidad de la ciudad (si no vives en una ciudad de veraneo, claro)
- Aprovechar para hacer todo lo que no pudiste durante el año: algo de bricolaje, ordenar un armario, ver un maratón de series o simplemente descansar y perder el tiempo.
- Hacer turismo en la ciudad (sin masificaciones) y fijarse en lugares que normalmente dejas al lado cuando andas rápido al trabajo.
- Practicar deporte o buscar nuevas aficiones con tranquilidad.
- Leer, escribir un libro o dedicar tiempo a algún sueño que nunca consigues que pase de ser sólo eso, un sueño.
- Ahorrar el dinero de las vacaciones para lo que más te apetezca.
- Olvidarse del estrés de las maletas o los horarios de trenes o aviones.
Desventajas de optar por una staycation
- No nos engañemos, a todos nos gusta viajar. Perderse la oportunidad de conocer nuevos lugares en verano es una clara desventaja.
- En las ciudades hay menos gente para lo bueno y para lo malo. Será más difícil quedar con amigos o hacer vida social en agosto.
- La staycation suele ser un síntoma de falta de presupuesto vacacional, lo cual es también una desventaja.
Tanto para quienes se quedan en casa como para quienes viajan, el problema es el exceso de exposición a redes sociales. “Si colgamos una foto no pasa nada, el problema es cuando hay un exceso. Cuando no es fotografiar un paisaje, sino que se pierden minutos y minutos en poner filtros, elegir el encuadre… entonces se pierde la naturalidad de lo que estamos haciendo”, concluye el psicólogo.