“Hay que evitar que Boadilla sea una ciudad dormitorio”
Patricia Reyes Rivera, candidata a la alcaldía de Boadilla del Monte por Ciudadanos.
Nacida en Madrid (1973). Vivió mucho tiempo en Tenerife, conserva aún el seductor acento canario. Reside en Boadilla. Licenciada en Derecho y abogada. Ha trabajado como gestor judicial en juzgados de lo Civil, Instrucción y Violencia sobre la mujer en Getafe y Móstoles, y como letrada por el turno de oficio (tardaron un año en pagarla, confiesa). Practica yoga y corre a pie. Amante del cine. (La entrevista se realizó el 13 de mayo de 2015).
Pregunta. –Qué hace una chica como usted en un pueblo como este.
Respuesta. –Vivir y educar a mi hija.
P. –Es la marca lo que vende, una cuestión de modas, el pelotazo de lo nuevo. ¿Ciudadanos es lo de siempre con otro traje?
R. –No es lo de siempre con otro traje, estamos aquí para cambiar lo de siempre, regenerar la vida política. Yo nunca había estado en política porque no me gustaba nada de lo que había. He votado a gente de un color y de otro. Se han creado estructuras que impiden esa regeneración, es una especie [la política actual] de entidad corrupta, una red imposible de regenerar que impide el paso a los que quieren el cambio. Los políticos no son el reflejo de la sociedad, lo peor de la sociedad se ha ido a la política y eso es lo que hay que cambiar. Que se escuche a los ciudadanos. No tengo intención de quedarme mucho tiempo aquí. Si llevas mucho tiempo en un puesto pierdes la noción de la realidad y eso no es bueno. Los políticos tienen que estar en contacto con los ciudadanos.
P. –Toma el dinero y corre. ¿Una película de Woody Allen o los alcaldes de Boadilla?
R. –Correr no han corrido mucho, los que ha habido me parecen muy aburridos.
P. –Test de cultura. Dígame una novela y un personaje de Galdós.
R. –Fortunata y Jacinta. El personaje, Fortunata. ¡Ah!, y Miau.
P. –John Keynes o Milton Friedman.
R. –Keynes. Sus teorías se adaptan a lo que nosotros pretendemos, compatibilizar el Estado con el estado del bienestar.
P. –Dígame cinco personas que la conozcan en Boadilla. Su familia y sus amigos no valen.
R. –Me conocen los comerciantes, muchos padres de los colegios, la presidenta de la Asociación de Amigos del Palacio, la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer y toda la gente con la que nos hemos reunido en el poco tiempo que llevamos activos.
P. –Con su experiencia en los juzgados, con las últimas actuaciones de jueces desimputando a los blacks cards boys de Bankia y fiscales comprensivos con la Infanta, exconsejeros en la cárcel, otros bajo sospecha, etc., la Justicia, ¿es un cachondeo?
R. –Sí, totalmente. No un cachondeo, una vergüenza. A ninguno de los políticos que ha pasado por la Comunidad de Madrid le ha importado la Justicia para nada [excepto a Granados]. La reforma del Código Penal… entre cosas se va a reducir el período de instrucción para que, con los medios actuales, no se puedan practicar todas las diligencias para saber si se tienen, por ejemplo, cuentas en Suiza. Está hecha a medida para proteger a los altos cargos, ya sean políticos, ya sea la Casa Real. Me avergüenza que tengamos un Poder Judicial que no es independiente. Tengo amigos fiscales que han pedido la excedencia porque no querían pasar por ciertas cosas a las que les obligaban. Van excluyendo del grupo a la gente que tiene principios y que trabaja para la sociedad. Tanto socialistas como PP llevan tiempo diciendo que van a cambiar la Ley General del Poder Judicial, la forma de elegir a los miembros, se supone que ya no los iban a elegir los políticos. Al final andan repartiendo los cargos, tantos del PP, tantos del PSOE. Eso es una vergüenza y no ocurre en ningún otro país de Europa. La Justicia es la base de la sociedad, cuando la justicia es lenta no es justicia.
P. –A una embarazada con malformaciones en el feto, ¿qué le diría?
R. –Que tome la decisión que considere, depende de muchas cosas. Quién más que una madre va a querer a su hijo, es ella la única que puede tomar decisiones. Con el padre, por supuesto. Cualquier madre lo que quiere es que su hijo salga adelante. Es una decisión tan personal que nadie la va a tomar mejor que ella. Le daría ánimos para poder asumir la carga de tomar una decisión complicadísima.
P. –Quitando que uno va con gaviota azul y otro de butanero en qué más se diferencia Ciudadanos del Partido Popular.
R. –En muchísimas cosas. La gente de Ciudadanos no lleva ninguna mochila. De los que estamos en Boadilla ninguno se ha dedicado a la política. Tenemos ideales, queremos cambiar la sociedad, queremos iniciar un proceso de regeneración democrática, queremos erradicar la corrupción. Sé que el PP no lo quiere hacer porque no se lo permiten desde arriba. De cara a la galería están intentando que parezca que va a haber cambios, cogiendo a gente, profesionales que no se van a dedicar a la política, pero de los cabeza de lista ninguno es gente que llegue de nuevas a esto, viene de otros sitios, han tenido relación con las altas esferas. Ciudadanos somos la única apuesta por el cambio sensato.
P. –Bertoglio o Ratzinger.
R. –Bertoglio
P. –Dicen que se ha visto todo Bergman, todo Bertolucci, todo Antonioni, todo Buñuel, todo Polanski, todo Truffaut, todo Cassavettes, todo Coppola, todo Hitchcock… todo.
R. –Antonioni me aburre un poco. Sí, Hitchcock y Coppola sí. Truffaut, sí. Polanski me genera a veces odio total y a veces amor absoluto.
P. –Desregulamos todo, libertad de mercado, despido libre, privatización de servicios, el que pueda que ¿siga o que se baje de la burra?
R. –No queremos nada de eso. Privatización de servicios, no. Despido libre, tampoco. Ciudadanos propone indemnizaciones a medida creciente. Libertad de mercado, sí pero… Desregulamos todo, no.
P. –La violencia sobre la mujer, no hay manera de acabar con esta tragedia. No parece que ningún partido incluya en su programa municipal alguna medida para erradicar este problema. ¿Y usted, el suyo?
R. –Dentro del programa municipal sí que hemos incluido programas de concienciación, sobre todo para los niños. Hay que educar desde la base. La Ley sobre la violencia sobre la mujer no ha supuesto un descenso de casos de violencia. Es fundamental educar en los colegios y apoyar a las mujeres que están pasando por esta situación tan tremenda, que se da en todas las clases sociales.
P. –Boadilla tiene el historial más largo de toda la provincia (casi de toda España si exceptuamos Marbella) de alcaldes imputados judicialmente, contrataciones irregulares, cohechos, irregularidades urbanísticas, ocultación de datos… Llegan unas elecciones y parece que la memoria colectiva es olvidadiza. ¿Se perdonan los pecadillos porque son de los nuestros?
R. –Esto está cambiando, la gente está cansada ya. Ellos [los políticos] nos tratan como a idiotas y la gente es bastante más lista de lo que piensan. La última vez voté en blanco porque no encontraba a nadie a quien votar porque todos hacían lo mismo. Las ideologías no se ponen en práctica. Nosotros llevamos un equilibrio entre libre mercado y política social. La educación es muy importante. La gente lo que quiere es confiar en los políticos y los que tenemos hasta ahora han incumplido todos los programas. Y ni siquiera han dado una explicación a los ciudadanos, sobre todo Rajoy. Igual hay algunas partes del programa que no se pueden cumplir, pero al menos hay que dar una explicación al ciudadano de por qué no se ha cumplido. Mucha gente ha votado con la nariz tapada pero ahora tiene muchas más opciones, tenemos a Podemos, está Ciudadanos. Esto va a cambiar.
P. –Un nuevo caso, ayer, de concesiones de créditos irregulares a ex altos cargos de la Comunidad de Madrid [Madrid Network dio en 2011 créditos preferentes a dos ex-altos cargos de la ahora aspirante Aguirre]. Parece que algunos no recuerdan donde estaban entonces.
R. –Hay que asumir responsabilidades y una persona que ha llevado en sus listas a tanta gente que ha resultado imputada tiene que asumir su responsabilidad porque la tiene por haber colocado a toda esa gente. No puede decir que ella no estaba ahí, son personas con la que ha trabajado mano a mano.
P. –Batallas navales en el Retiro, reducción de impuestos, anillos verdes de miles de Ha. aparcar gratis, pedaleando en el gimnasio, con guantes de boxeo… Sus rivales se han vuelto locos prometiendo. ¿Es contagioso?
R. –Es sorprendente que todos los partidos mencionen ahora en sus programas la regeneración política cuando han tenido tanto tiempo para llevarlo a cabo. Intentan lavar la cara, siguen tratándonos como a idiotas, sobre todo el PP. Los únicos que pueden llevar a cabo esa regeneración son personas ajenas a esas estructuras [de las que hablábamos antes]. Los partidos, PP y PSOE, no tienen ninguna credibilidad. Hagamos caso a esos partidos que surgen ahora.
P.–«Presiento que es el comienzo de una gran amistad». Tras las elecciones usted ¿a quién se lo diría?
R. – A todo mi equipo, porque hemos hecho una piña, hemos trabajado día y noche. No vamos nunca a pactar por tener un cargo. Lo que queremos es que desaparezca la mayoría absoluta para poder dialogar y que no se trate a la gente con prepotencia. Hay que escuchar, es fundamental.
P. –Rivera, su líder de filas nos ha salido pedagógico, dando lecciones gratis de democracia, ¡qué tío!
R. –Hasta ahora su ejemplo va en consonancia con lo que dice. Su discurso se corresponde totalmente con sus actos. Tiene que haber gente joven, es muy importante la visión de los jóvenes porque te aportan una visión que nosotros no tenemos. Pero la gente que durante la transición luchó porque hubiera democracia es fundamental. Queremos recuperar aquel espíritu de la transición y para eso necesitamos gente que lo haya vivido, que nos explique cómo fue aquel momento.
P. –Es usted la única mujer que va de cabeza de lista en el municipio. La política, ¿es un mundo masculino?
R.–No. Tenemos muchos ejemplos en la Comunidad de Madrid. Cifuentes, Aguirre, Manuela Carmena. Hay muchas mujeres en política y cada vez más. En nuestra lista la segunda también es mujer. No hemos tenido ninguna presidenta de gobierno, pero las cosas están cambiando. La política local es gestionar y a las mujeres se nos da bien, gestionamos la casa, la familia, estamos acostumbradas. No creo que sea un mundo masculino, o no debe serlo.
P. –Qué es lo último que ha leído.
R. –Madame Bovary, me la he leído por segunda vez.
P. –«Les haré una oferta que no podrán rechazar» –le dijo usted a los vecinos. ¿La creerán?
R. –Las ofertas que hagamos a los vecinos van a basarse en el diálogo constante.
P. –Su partido no tiene historia política, eso ¿la beneficia o la perjudica?
R. –Me beneficia totalmente, por la regeneración. Tenemos que crear una estructura completamente nueva. No tener experiencia política también tiene sus ventajas si lo que queremos es que se produzca una regeneración.
P. –Búscate un curro chaval. La política es un buen curro, te salva del paro cuatro años. Usted, ¿por qué está aquí?
R. –A veces pienso en qué embolado me he metido, qué necesidad. Yo tenía trabajo estable cuando surgió esta posibilidad. Estoy aquí porque tengo ideales, porque creo que ha llegado el momento de cambiar esto. Porque soy una persona comprometida con la sociedad y desde que tengo una hija ha cambiado mi visión de las cosas. Vivía desde la queja, criticaba desde las redes sociales. Pero desde ahí no se consigue nada. Surgió Ciudadanos, me afilié y me lo propusieron. Me lo pensé mucho, creía que sabía lo que era la política. Ahora veo que es aún más complicado.
P. –Sin plan de urbanismo en Boadilla y un tope poblacional previsto de 84.000 vecinos. Usted es urbanista, qué propone.
R. –Creemos que hay que paralizar la aprobación definitiva de este plan porque se continúa con la especulación. Ni existen ni están previstas las infraestructuras necesarias para servir a esa población, tampoco hay institutos suficientes. Hay que consolidar antes que seguir creciendo. El comercio está ahogado. Hay muchos empresarios que no reciben ayudas. Hay otras prioridades que seguir construyendo y construyendo. Los vecinos de Boadilla queremos estar en contacto con la naturaleza. Hay calidad de vida y queremos que eso se conserve y con el nuevo plan de urbanismo eso se va a destruir.
P. –«Vecinos de Boadilla del Monte. Como alcaldesa vuestra que soy os debo una explicación…». Lo mismo se apañaban ustedes con socialistas o alternativas, en beneficio del pueblo, eso sí. No me diga que no se ve de alcaldesa.
R. –No me veo de alcaldesa a no ser que los vecinos lo decidan así.
P. –El Partido Popular pinta una Boadilla en Technicolor, la vie en rose, vivimos en un pueblo feliz. Un milagro aislado de la crisis. Y usted, qué cree.
R. –Boadilla es un municipio con una gran renta per capita, pero el bienestar no se mide sólo por la renta. Me gustaría que Boadilla dejase de ser una ciudad dormitorio, que hubiera ocio cultural para nuestros jóvenes, que acogiera más actividades culturales y de todo tipo, por ejemplo en ese auditorio que tenemos.
P. –Vaya pasta la rehabilitación del palacio. ¿La invitó el señor Terol a la foto?
R. –No, no me conocía.
P. –Y esas obras deportivas abandonadas, esfinges mirando al vacío. Boadilla parece Belfast.
R. – Es triste mirar esas obras porque nos recuerda un pasado reciente que tiene que ver con el saqueo. Hay que mirar hacia el futuro y construir otro diferente.
P. –Por último diga todo lo que tenga que decir sobre cómo arreglar Boadilla o calle para siempre.
R. –Es fundamental resolver el plan de urbanismo. No podemos acoger al doble de la población actual. Hay que ayudar al comercio y hay que ayudar a los emprendedores. Que Boadilla no sea una ciudad dormitorio sino una ciudad consolidada. Hay que fomentar las asociaciones civiles que promuevan otro tipo de intereses que no sean sólo los deportivos. Además, hay que potenciar la cultura. El palacio puede ser un imán que atraería muchísimo turismo. Dotarle de un uso museístico, acoger exposiciones, etc. En los jardines se podrían ofrecer recitales, un festival de música como el de Perelada. Hay que potenciar la cultura y favorecer la relación entre los vecinos. El plan de urbanismo, que es el que va a establecer cómo va a ser el futuro de este municipio en los próximos veinte años no favorece en absoluto todo lo anterior y se debe evitar que Boadilla sea una ciudad dormitorio.
Texto y fotografía: Ángel Aguado López