FRENAZO DE OCHOA
Brasil 0-0 México
Brasil se deja los primeros puntos en esta fase de grupos ante la selección de México y parte de culpa la tiene el portero azteca, Guillermo «Memo» Ochoa, que le permiten a la selección de Herrera, no solo soñar con el pase a octavos, sino con clasificarse como primera de grupo.
Ambos equipos venían de ganar en la primera de las jornadas de este Mundial, quizá por ello los seleccionadores no quisieron tocar en demasía los planteamientos que les habían hecho debutar con victoria. México calcó su disposición inicial, Brasil se vio obligar a buscar sustituto para el lesionado Hulk, el elegido esta vez fue el medio del Chelsea Ramires.
Con un inicio similar al del partido inaugural frente a Croacia, Brasil empezó a medio gas, expectante a descubrir las intenciones mexicanas. Pero como es imposible pedir peras al olmo, lo mismo es exigir a un medio campo protagonizado por Luiz Gustavo y Paulinho que cree un fútbol vistoso y alegre. Y aquí residen los mayores males de los cariocas, la dependencia de Óscar en el enganche, que no ha repetido la buena actuación del primer día, o de la chispa de Neymar para elaborar ocasiones de peligro. Otra cosa es a la hora de destruir donde esos dos mediocentros sí que demuestran un verdadero dominio, incluso cuando salen indemnes de jugadas que rozan el límite de la legalidad futbolística.
México se basaba en su exquisito orden defensivo de todos sus hombres y aprovechaba de buena gana los intervalos en los que Brasil le entregaba el balón para crear peligro sobre la portería de Julio César.
La primera parte nos dejó parte de la exhibición de Ochoa, quien sacó una increíble mano abajo a remate de Neymar y una segunda intervención con una parada a bocajarro a Paulinho después de recoger una buena dejada con el pecho de Thiago Silva. México creaba peligro a través de tiros desde la frontal.
El segundo tiempo fue aun más repartido entre ambas selecciones. Por momentos parecía que era México la dominante, la salida de Chicharito le ayudó a dar salida de balón a la defensa por medio de balones largos. En otros, era Brasil la que a base de empuje lograba incluso encerrar al «Tri». La entrada de Bernard parecía dar aire al ataque izquierdo de la «canarinha» pero poco a poco comenzó a desinflarse junto al resto del equipo. De nuevo, dos acciones del meta mexicano dejaron a cero la portería azteca. La primera de ellas se producía tras un disparo con la zurda de Neymar tras un genial control con el pecho y un recorte sobre Maza. La última de sus geniales intervenciones llegó tras un certero remate de Thiago Silva a la salida de un córner. México pudo llevarse el partido tras un gran disparo de Raúl Jiménez pero Julio César demostró que en la otra portería también había portero.
Borja Martín / @Bmh_90