Cifuentes gana pero necesitará a Ciudadanos
El Partido Popular revalida su victoria en la Comunidad de Madrid pero queda lejos de los 72 escaños conseguidos por Aguirre en el 2011
El Partido Popular consiguió hacerse con la mayoría de los escaños de la Asamblea de Madrid, sin embargo el resultado se queda lejos de la mayor victoria conseguida por el PP en Madrid en toda su historia: los 72 escaños con los que se hizo Esperanza Aguirre en 2011.
Frente a esto, si finalmente PSOE y Podemos, que obtuvieron 37 y 27, respectivamente, sumando 64, llegaran a alcanzar un pacto, la izquierda podría volver a gobernar el Parlamento madrileño después de 20 años con gobiernos populares. Para ello, no obstante, Ciudadanos tendría que abstenerse y no votar al PP, dado que la suma de los dos llega a 65 escaños.
La candidatura popular encabezada por Cristina Cifuentes consiguió un 32,97 por ciento de los votos a la Asamblea de Madrid, lo que supone 48 parlamentarios en la Cámara autonómica.
Pese a ser la fuerza más votada, se quedó lejos de los 72 diputados y el 51,73 por ciento de los votos conseguidos en 2011. El PSOE ha logrado el 25,68 por ciento de los votos, lo que se traduce en 37 escaños, uno más que en 2011, e irrumpen Podemos y Ciudadanos sacando de la arena política a IUCM y UPyD.
La formación que lidera José Manuel López logró un 18,67 por ciento de las papeletas a la Asamblea, lo que se traduce en 27 parlamentarios, y Ciudadanos, logra 17 escaños gracias al 11,98 por ciento de los votos.
De esta manera, el Gobierno que, en primer término, tiene que intentar conformar Cifuentes al lograr ser la lista más votada, está en manos de Ciudadanos.
La propia candidata dejó claro en su primer discurso que ahora hay que dialogar tendiendo la mano a las fuerzas políticas que han logrado representación mayoritaria para poder formar gobierno. Eso sí, ha precisado que aún no ha tenido tiempo para hablar de pactos con otras formaciones.
La segunda persona en la lista para luchar por conformar gobierno en la Comunidad es el socialista Ángel Gabilondo, y él mismo afirmó ya que si Cifuentes no logra su cometido, él trabajará para lograrlo.
Podemos y Ciudadanos, contentos con los resultados, remarcaron la palabra «cambio» en sus primeros discursos y es que ambas formaciones lograron hacerse un hueco en la Cámara autonómica, arrebatando sus escaños a IU y UPyD, que no lograron el ansiado cinco por ciento necesario para entrar en el Parlamento autonómico.
El candidato magenta, Ramón Marcos, ya avanzó que vuelve a su puesto de trabajo. Su homólogo de IU, Luis García Montero, no deja ningún cargo, dijo, porque nunca lo ha tenido y permanecerá como militante de base como hasta ahora.
UPyD tan solo ha permanecido una legisaltura en la Asamblea pero la de IU es una salida histórica, ya que ha formado parte de la institución desde su nacimiento en 1983.
La candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se enorgulleció de haber «ganado las elecciones» autonómicas de este domingo, y pidió la «colaboración» a «todas las fuerzas políticas» para conseguir «un Gobierno estable».
«Pido la colaboración de todos los partidos políticos. Ofrezco colaboración y diálogo a todas las fuerzas políticas para llegar a acuerdos puntuales que afectan a todos los madrileños», señaló en una comparecencia de prensa en la sede del PP, tras conocer que su candidatura ha logrado un 32,94 por ciento de los votos a la Asamblea de Madrid y 48 escaños.
La candidata explicó que no había tenido tiempo para ponerse en contacto con nadie, pero que sí había recibido la llamada del candidato socialista, Ángel Gabilondo, para felicitarla.
Cifuentes comenzó su intervención dando las gracias por «el millón de madrileños que han votado al PP», sin olvidar su agradecimiento a su partido por haber confiado en ella.
«Mi intención es gobernar para todos y hacerlo buscando el bienestar de los madrileños, de modo que Madrid siga progresando y avanzando, para que ningún madrileño se quede atrás, para que todos podamos salir de la crisis de la mejor manera», aseguró.
Por su parte, el candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, dijo que es a la candidata del PP, Cristina Cifuentes, a la que le corresponde buscar una mayoría para gobernar, pero añadió que si ella no lo logra él trabajará «activamente» para «configurar una alternativa de progreso».
Así lo manifestó en su intervención para valorar los resultados de las elecciones autonómicas, en las que el PP se ha situado como la primera fuerza en la Asamblea de Madrid, con 48 diputados, seguido de PSOE, con 37; Podemos, con 27, y Ciudadanos, con 17, con un 95 por ciento de los votos escrutados.
Gabilondo se comprometió así, en medio de los aplausos de centenares de militantes y arropado por numerosos miembros de su candidatura y el presidente de la Comisión Gestora del PSM, Rafael Simancas, a buscar «las alianzas razonables» de acuerdo con sus políticas y proyectos, «teniendo como única meta el interés general de la ciudadanía de Madrid» y sin «tacticismos o estrategias».
«Lo que haremos es, si es preciso, si no se llegara a una mayoría, buscar con todas nuestras fuerzas, con toda consistencia y con nuestro programa, una alternativa de progreso para Madrid», aclaró Gabilondo, quien comentó que «no hace falta ser un gran experto para saber que algo ha cambiado en Madrid».
Gabilondo afirmó que no han renunciado a «un Madrid más justo» ni a «combatir las desigualdades», y ha reafirmado su compromiso respecto a las «políticas públicas», las «instituciones lógicas» y «justas» y el «deber cívico».
«Si hace unas horas teníamos convicciones, ahora quedan plenamente ratificadas y agradezco vuestra presencia para exigirnos que lo hagamos y lo vamos a hacer», agregó Gabilondo, quien ha garantizado su «compromiso».
Para Gabilondo, «ha cambiado no solo el panorama político», sino «la cultura política», y «ahora solo se podrá trabajar a través del acuerdo, a través del consenso, a través del diálogo». «Esto llevará su paciencia, llevará sus protocolos, llevará sus reuniones, llevará su tiempo, pero lo vamos a hacer con un cuidado exquisito» y con «consideración a todos los demás» y «a sus modos de entender», porque es el fin del «partidismo», de «aquellos que se creen poseedores de la verdad» o que «por sí solos pueden gobernar», aseguró.