Urban Roosters

Cenutrios, historias y rimas

@DarioNovoM

En 2007, en una de sus Patente de corso, Arturo Pérez-Reverte contaba cómo descubrió que el metal era algo que iba más allá de los «decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van». En su descargo, aseguraba que siempre le «cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío.»

No negaré que el rap fue uno de los estilos musicales con los que crecí y, tampoco negaré, que abandoné. En Segundo de la ESO, antes de partir al Instituto y a la vida, intercambiábamos cintas de Frank-T, CPV, 7 notas, 7 colores y Violadores del Verso. Era una época de eclosión de ese mundo underground en la sierra de Madrid: grafitis, fanzines y, en menor medida, break dance y skate, se mezclaban en las galerías de los Jardincillos.
Este verano pasé un rato con Jesús Manuel Pinto. Jesús es el Banksy español pero saliendo de casa. Jesús fue Suso33. Jesús es Suso33. Jesús será, por siempre, Suso33. Ahora, Jesús da conferencias sobre arte urbano, cuenta sus historias pero, sobre todo, cuenta su presente.

El rato fue un buen rato porque me dijo que por fin y tras muchos minutos con otros compañeros, estábamos hablando de hip-hop. Trapos sucios fue el fanzine donde yo conocí a Suso33 y estaba lanzado por Lama y Joke, ahora DosHermanos, dos vecinos míos a quienes, cuando les pedíamos la revistilla, nos temblaba la voz. Éramos jóvenes, muy, y queríamos ser como ellos, pintar como ellos, sentir la calle como ellos. Por entonces, el mayor de los porvenires era discutir en un parque quién iba a ser el primero que tuviera cojones de ‘hacerse’ un AVE.

El hip-hop ha vuelto a ser referente y, como contaba Reverte, me alegro de haberme (re)encontrado con él. Las batallas de gallos son, cada vez más, un interés de púberes que viven entre el dogmatismo escolar y la estupidez del Fornite. A Force, que encadena dos subcampeonatos de España consecutivos y que es, quizá, el tipo que más ha hecho por propulsar la rima en el nuevo fanzine, que es Youtube, le preguntaron hace poco si se consideraba rapero.

-Depende del concepto que tengas por rapero. Me considero más gallo y freestyler que rapero porque no he sacado ningún tema.

Esa duda constante de quién es o no un rapero puro, de los de ADN -que a saber qué es la pureza y qué cátedra admite ese ADN-, puede ser un ‘beef deluxe’. Los mismos que paliquean de Force lo hacen de Arkano. Y lo harán de Blon cuando no les guste un tema suyo. O de Skone, que «se ha vendido a Los 40». O de Errecé. O de Walls, que «vaya canción que hace ahora con una guitarra». O de Hander. O de BTA, «que ya no es el que era». O de Zasko que «no admite las cosas que se dicen en las batallas».

Pues a los de la moralina hay que referenciarles que, el rap, hoy, es sinónimo de batallas. Y hay más, por supuesto. Y muy bueno. Es más, lo que se lleva en los cascos son canciones, no ‘galleo’. Pero también está bien recordarles que, igual, sin estos muchachos, nadie les haría ni puto caso no tanto por su validez, sino porque las corrientes dependen del bullicio, de lo que eligen los demás.

En el Madrid Arena cumplía mi tercer evento de freestyle. Todos, eso sí, con mi mirada de periodista, que distará de aquello del corazón y el sentimentalismo. La FMS fue, con diferencia, el mejor de los eventos a los que he asistido. Lejos de recomendarlo a jóvenes, lo recomiendo a familias enteras. Como las que había.

En la misma fila que Dj Verse y Kensuke, a nuestra derecha, un padre de unos 55 con su hijo de unos 14, disfrutó como el que más. Es muy posible que fuera también plumilla y, por ello, no hacía más que preguntar el sentido de algunas frases a su cachorro. Cerca también estaba la familia de Chuty.

Salvo en carreras de motos y Fórmula 1, nunca he notado esa tensión en los que son cercanos a los protagonistas. Cuando Walls habló de la novia de Sergio, las gradas contiguas miraron al alimón. Me sentí muy cobarde porque, pese a que aquello no le hizo gracia alguna y se sintió muy jodida, no fuimos capaces de preguntar si estaba bien, si necesitaba algo. Se fue.

Sorprende también la organización. Brillante. Urban Roosters tiene las cosas muy claras y se siente desde dentro que van a lograr que su liga sea sombra del fútbol. En la jornada de Málaga, silencié al Atleti para ver la FMS. Y no me arrepiento en absoluto: un Blon – Force es mucho más entretenido que el mejor partido del Cholo Simeone.

Los eventos, la cultura y el periodismo comen de los patrocinios. Con un espectáculo tal, llama la atención que estos acontecimientos, cada vez más del terreno periodístico y, eminentemente cultural, carezcan de patrocinios. No es del todo cierto. Los hay. JD Sports apostó por la liga. Pero compiten con unos rivales meteóricos: Red Bull es mucha bebida energética.

En la entrevista que Mowlihawk hizo a uno de los responsables de la ‘Red Bull Batalla de los Gallos’, este se refirió a la FMS como un «Cristiano Ronaldo». A Ronaldo lo describió en una respuesta anterior como un «quiero y no puedo». Pese a querer cubrir la final de ‘los gallos’ con cierta premeditación, nos dieron sopas con ondas a mi fotógrafo y a mí. Como me sé las críticas, adelanto: compramos dos entradas por si íbamos como aficionados. La zona de las acreditaciones, sin embargo, quedó llena de youtubers, famosillos y tal. Ni siquiera queríamos esa zona: una cabina de prensa de las del basket nos era suficiente.

Urban Roosters ha sido lo contrario. Unas facilidades extremas. Interesa la marca y les interesa, sobre todo, el evento. Los ‘quiero y no puedo’ son otros. O igual, los puedo y no quiero. Así han acabado por inflarle las pelotas a Chuty que, por su razón de señor y de ser alguien que se divierte con el free pero no pretende vivir de él, se ha rendido por su público. Por eso votó en el Wizink, por quienes le quieren, no por la advertencia de «ya vendrá la Red Bull a España y ahí se van a cagar todos».

En la FMS no hacen falta amenazas. En un par de semanas, volverá a ganar. O no. Solo puede quitarle el segundo triunfo Arkano que dice adiós para siempre. Y Walls, que tiene que vencer en su batalla. En la liga, Chuty ha perdido el invicto de dos años y pico. Con Blon. Y no, no soy ecuánime si de Pablo se trata. Es un poeta, es amigo y los amigos y la poesía me hacen no serlo. Si alguien merecía eso, era Blon. Si alguien no lo merecía, era Chuty.
En esas andamos. Las injusticias han llegado para quedarse. Que las injusticias importen es porque importa dónde se cometen. No fue injusta la victoria de Blon a Chuty. Lo injusto es que a estos ‘cenutrios’ no les respalde casi nadie para apoyar su profesionalización.

Yo los prefiero antes que a «los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío», porque ellos son ellos con sus aciertos y errores y, las competiciones, también tienen sus aciertos y errores. Humanizar a quienes, los que no conocen, llaman ‘cenutrios’. El ‘cenutrio’ es un poeta y necesitamos la poesía. Ergo, estos ‘cenutrios’ son necesarios. Se van a cagar todos.