El Ave Fénix de ‘Mortadelo’, una historia ejemplar de cómo integrar a un perro en el hogar

perro-fenixcanLega el verano y, con él, para muchos las vacaciones. Suele ser en épocas como las vacacionales, cuando se produce el letal desenlace de abandono de perros. También coincidiendo con el final de temporada de caza o el «regalito» post Navidad. Y aunque cabe destacar que la toma de conciencia por parte de organismos oficiales y la propia ciudadanía está haciendo que el abandono de perros y gatos, o cualquier otro tipo de especie animal, esté más controlado, lo cierto es que las cifras de abandono siguen siendo, si no tanto alarmantes en población abandonada, sí en la forma en que se producen esos abandonos.

cachorrosacogida-perrosDe todos es sabido que han desaparecido aquellos anuncios de «no lo abandones, él no lo haría» cuando la familia coge el coche para irse de vacaciones dejando a este miembro familiar en la cuneta aún a riesgo de ser atropellado y causante de un accidente. No, hoy es aún peor. Parece haberse puesto de moda dejarlos en un contenedor de basuras, para ser triturados como detritus o ya no hablemos, mis queridos galgos, ahorcados lentamente cuando te llega la senectud y dejas de ser útil.

Esto sigue pasando, cuando no, se intentan ahogar a indeseados cachorros, tenidos presa del descuido, no de una perra, sino de sus amos que no han extremado el cuidado de evitar que sus perras en celo se expongan, cuando si no son para cría lo mejor, en ambos sexos, es castrarlos a ellos y vaciarlas a ellas, evitándose también posteriores dramáticas enfermedades por la aparición de quistes, etcétera.

Resposabilidad

Es responsabilidad de cada persona ser conscientes de que la denominada mascota es un ser vivo y que, por tanto, siente y padece. Que es mejor buscarles otro hogar que matarles estando vivos y, mucho peor aún, matarles lentamente hasta la mismísima última exhalación. Ellos no son inteligentes, dicen, pero tienen la intuición y el olfato de lo que se les está viniendo encima multiplicada por miles más que el ser humano.

Es pues nuestra obligación asumir que son parte de la familia y que como a un hijo no le falte la comida, la bebida y sus salidas de paseo, llueva, nieve, haga frío, calor o nos dé pereza. Su bienestar cotidiano incide en su ánimo. Pero abandonarlos ¡¡¡ jamás!!

El microchip

Afortunadamente hay comunidades autónomas en las que los gobernantes están sensibilizados en este sentido y, como en Madrid, se ha hecho obligatorio el microchipado de los animales domésticos. Con ello, a quien se le pierde su perrito, con un sistema de lectura del microchip que tienen todos los veterinarios particulares como concertados por la administración, que puede localizarlo tras un descuido al soltarlo en el campo, o por el susto que le pueda general al animal cualquier disparo o cohete o trueno que le asuste hasta el punto de nublarle el sentido y salir, nunca mejor dicho, escopetado. Pero lo bueno del microchip, también, es que a quienes se les ocurra abandonar al animal, es que puede ser pillado. De ahí la necesidad de que esta sea una obligación que vaya más allá de nuestras fronteras autonómicas, porque si no, es tan habitual hacerlo en la Comunidad vecina….También hay salvajes que se los intentan quitar a corte de machetazo como así se ha podido comprobar en muchos centros de acogida.

Campaña

Por otro lado, hay que felicitar que la Administración -autonómica y local-, al menos en el territorio madrileño, favorezca esta identificación mediante una subvención al propietario. Al igual que lo hace con vacunas básicas como la rabia, enfermedad que parece extinguida pero que, por el contrario, a los expertos les constan casos. Y dar un zapatillazo a quien corresponda, porque de nada sirve el esfuerzo de unos pocos si no hay una ley estatal que contemple la cantidad de lagunas que, al respecto, hay en España.

El parvovirus, la lesmaniosis …, también son enfermedades que se pueden transmitir a los animales y, en ende, a la población más débil: es decir, niños, mayores y enfermos con las defensas bajas.

Pues sepan que junio es el mes en que, a través de nuestros ayuntamientos, podemos beneficiarnos de ayudas a la identificación y vacunación de nuestros compañeros. Sean Perros o gatos. No tiene más que consultar en sus ayuntamientos las fechas y el procedimiento a seguir.

Y hablando de gatos. Cuando a ellos se les abandona, la tendencia es que busquen un espacio donde vivir en comunidad. Hay personas a las que les da pena y les alimentan, algo que está prohibido dentro de cualquier ordenanza municipal de tenencia de animales. Hacerlo conlleva multa. Se preguntarán por qué. Pues porque los gatos no vacunados ni controlados son portadores de tremendas enfermedades por mucho que parezcan higiénicamente limpios. Desde pulgas, piojos o garrapatas, por citar algún ejemplo. Se hacen colonias incontrolables y son una especie animal que se reproduce con gran facilidad. Están perfectamente organizados y aceptan o no nuevos miembros. Sus peleas o sus enfados, bien con otros animales, o con las propias personas que se les acercan a acariciar, les puede conllevar un zarpazo cargado de bacterias que, además de transmitir enfermedades, conllevan descomunales infecciones en la piel.

Controlar la población de perros abandonados es más fácil y menos peligroso que controlar a una colonia de gatos por parte de los servicios municipales. No es lo mismo apresar a un perro, que casi siempre es dócil o más fácil de aprehender, que a un grupo de ágiles gatitos.

Este es otro motivo por el que en las perreras municipales, suelan encontrarse mayor número de perros que de gatos. La obligación de estos servicios es, por un lado evitar incidentes al animal y, por supuesto, la población; buscar a sus amos y, si no, buscarles al menos por un tiempo un hogar.

Fenixcan

Por eso hay adeptos ya a Fenixcan. El centro de acogida de animales de Guadarrama «pro no muerte», es decir, con ellos hasta el final. Prueba de ello es la cantidad de animales que llegan al centro. A veces por encima de la capacidad. Pero tal es su implicación en el tema que quienes quieren a los animales o bien les ayudan voluntariamente en sus instalaciones, limpiando, paseando y dando cariño a estos seres; o bien los apadrinan; y cada vez más, los que quieren adoptar.

Pero ojo, porque sus cuidadores evalúan al candidato y el animal que escogen adoptar; les hacen un seguimiento de adaptación y, si ven que no, vuelven con ellos al hogar. Porque como dice su nombre, se trata de hacerles resurgir como animales de compañía, queridos y bien atendidos.

También buscan otras formas de darles a conocer. Cuando alguien les saca de paseo llevan su propio chaleco que dice «oye, que estoy en Fenixcan» si te gusto, ven a buscarme. También hacen salidas concertadas para darlos a conocer en espacios públicos y promover su adopción y ¡hasta bailan la danza del vientre! Para recaudar fondos para su sostenimiento.

Esta es otra forma: aportando material que el centro necesite o haciendo una aportación económica exclusiva para este fin.

Mortadelo es testigo

Por mucho que cualquiera pueda alabar la acción que se realiza desde Fenixcam, los ejemplos hablan por sí solos. Mortadelo fue uno de los llegados a Fenixcan. Un perro mestizo y guapo de porte de un perro de caza. Tuvo la suerte de ser adoptado, y lo puedo decir, por gente estupenda. En la familia ya había más miembros caninos.

Pero en los primeros días en su hogar, Mortadelo se agobió y buscó una vía de fuga a través de una ventana. Cayó desde un cuarto piso pero afortunadamente sobrevivió gracias al cariño de sus nuevos amos –que menudo disgusto se llevaron-, que rápidamente llamaron a Fenixcan. A partir de ahí, se llamó a un catedrático de veterinaria. Estaba de viaje. Pero había que operarle de una vértebra para ver si iba a poder volver a andar. Él tomó carretera de regreso a Guadarrama y a primera hora de la mañana, apenas 12 horas después del susto, Mortadelo fue operado, por este entre otros muchos colaboradores del centro, con muy óptimos resultados.

Gracias a Fenixcan, pero también gracias a la responsabilidad de sus dueños que, además de saber reaccionar, ahora le están llevando a un fisio para que el perro vuelva a resurgir, definitivamente, en su hogar. Yo he visto un vídeo de cómo está siendo cuidado y cómo él está encantado pese al susto y las heridas. Se tumbaba boca arriba y movía el rabo a sus amos. El milagro del resurgir del Áve Fénix, como tantos otros ejemplos, ha vuelto a ser posible.