Recuerdo a un héroe
El Ayuntamiento de Las Rozas, muchos vecinos y amigos, han rendido este pasado fin de semana un homenaje a Ignacio Echeverría, joven asesinado en Londres que se ha convertido en este año de ausencia en un símbolo de . Ignacio, en medio de un ataque islamista en la ciudad británica se jugó su vida para salvar otras. Y la perdió.
Como no puede ser de otra manera, los reconocimientos al joven roceño durante su ausencia no han dejado de sucederse: muchas plazas de la zona, y de España en general, llevan su nombre. También colegios y calles. No es para menos.
Como muchos otros jóvenes, cada vez más por cierto y por desgracia para el talento de nuestro país, Ignacio decidió dejar España para lograr su futuro lejos de nuestras fronteras. Jóven brillante, desempeñaba su labor en uno de los barrios más poderosos de toda Europa, la City londinense, donde las empresas con mayor poder adquisitivo tienen sus sedes.
Es un héroe que debe ser ejemplo para muchos jóvenes. Es cierto que durante los últimos años se ha cargado duramente contra este sector de la población que también, junto al sector mayores, han sido quienes han sufrido más duramente la crisis y la precariedad laboral que lleva acuciando a España en los últimos años.
Como Ignacio, sin embargo muchos de esos jóvenes no son merecedores de las duras catalogaciones a las que se les lleva sometiendo desde los dominios públicos durante un amplio tiempo. Han sido calificados de vagos, de poco formados, de cobardes e, incluso, se ha creado un apelativo para referirse a ellos: ‘ninis’.
El fallo no forma parte más que la generalización y la hipérbole dirigida a sectores, a priori, débiles y criminalizados. El ejemplo de Ignacio con su heroicidad en Londres sirve hoy de ejemplo a muchos de nuestros jóvenes que, con sus patines y con su estudio son el futuro presente de nuestro país y de muchos otros. Monopatines en alto por nuestros jóvenes en memoria de su héroe: Ignacio Echeverría.