Guadarrama también suspende sus fiestas de la Virgen de la Jarosa
Otro Ayuntamiento que se ve obligado a suspender sus fiestas estivales es el de Guadarrama que ha decidido cancelar la celebración de sus fiestas en honor a la Virgen de La Jarosa, como consecuencia de las medidas de seguridad y prevención necesarias para garantizar el control de la pandemia provocada por la COVID-19.
Como ha destacado el Alcalde guadarrameño, Diosdado Soto, ha sido una difícil decisión que, responde a una evidente cuestión de responsabilidad, que está seguro de que los vecinos van a entender puesto que todos están comprometidos con el objetivo de respetar las medidas impuestas para evitar el contagio y para contener la expansión del virus y la aparición de nuevos rebrotes.
Las fiestas en honor a la Virgen de La Jarosa tenían previsto celebrarse durante el fin de semana del 15 de agosto y aunque los actos festivos y actividades lúdicas están suspendidos, los actos litúrgicos podrán celebrarse de la forma que impone la nueva normalidad y con los límites de aforo establecidos para que se realicen con seguridad.
El Concejal de Festejos, Rafael Valero, explica que, “Se han suspendido todos los actos y actividades en los que las concentraciones de personas ponen en peligro la contención de la pandemia, no podemos bajar la guardia, no obstante, la evolución de la situación y el desarrollo de la nueva normalidad y sus especiales condiciones determinarán de qué forma se pueden llevar a cabo los actos litúrgicos y de culto, tal y como está establecido en las condiciones de la nueva normalidad y lo que exija la situación en ese momento concreto”.
Se celebran el 15 de agosto con una romería de cientos de personas
Es costumbre que estas tradicionales fiestas de Guadarrama comiencen con la habitual bajada en carreta de bueyes de la Virgen desde la ermita de La Jarosa, situada en la zona del embalse, hasta la Iglesia Parroquial San Miguel Arcángel, alrededor de una semana antes de que el 15 de agosto se celebrara el gran día en honor de la Virgen, en el que la imagen se volvía a trasladar hasta la ermita en procesión, celebrando una romería en el entorno natural en el que se ubica la misma; habrá que esperar al año próximo.