El
Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial ha condenado los insultos machistas recibidos por una árbitra que dirigía un partido de fútbol en categorías inferiores entre el equipo Juvenil de la Unión Deportiva
San Lorenzo y el CUC Villalba celebrado el pasado domingo 17 de noviembre en el
campo escurialense de La Herrería. Durante el transcurso del encuentrola árbitra del partido recibió insultos
machistas por parte de algunos aficionados que estaban en las gradas del
centro. “Retrasada”,
“hija de puta”, “sinvergüenza”, “estás haciendo el gilipollas”, “eres una
mierda”, “qué zorra eres, puta”, “zorra, vete a fregar”, “eres una mierda” o “vete a casa, puta”, son algunos de
los improperios que tuvo que soportar la joven colegiada.
El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial en
un comunicado, ha lamentado los hechos y ha recalcado que considera
«intolerable» cualquier «tipo de violencia, incluida la verbal,
hacia una mujer que está desarrollando su trabajo, y con la que el Consistorio
se solidariza». Por ello, advierten en un comunicado de que estos hechos
son «especialmente tristes en una actividad lúdica, como es el fútbol,
practicada por jóvenes». El Ayuntamiento ha pedido al club que tome
las medidas necesarias para que estos
hechos no vuelvan a repetirse. Por su parte, la UD
San Lorenzo reconoció que un pequeño grupo
de aficionados se dedicó a «faltar el respeto e insultar a la colegiada del
partido», y emitió un comunicado en el que rechazan «totalmente ese tipo
de comportamientos y cualquier insulto» tanto a los
colegiados como a los jugadores y técnicos. «No os queremos ni en La
Herrería ni en nuestro pueblo».
La árbitra es hija de la concejala de Deportes, Infancia,
Juventud, Comunicación, Transparencia y Participación Ciudadana del
Ayuntamiento de Galapagar, Mercedes Nuño,
quien denunció en las redes sociales la actitud de los aficionados y lamentó
que «nadie»
se hubiera dignado durante el partido a condenar los insultossalvo «una mujer
que simplemente le ha parecido exagerado». La concejala afirmó haber
sentido «impotencia, rabia y pena». Ante este «silencio
cómplice».