Increíbles experiencias ‘Skifarm’ en el Pirineo francés
Chema Bueno CN / Shixing
Disfrutar de una esplendida mañana de esquí y pasar la tarde en una tranquila granja conociendo los aspectos más auténticos de la montaña es una experiencia apasionante. Esquiar y revisitar la historia y los productos locales de cada resort y de sus poblaciones más próximas es una tendencia al alza. Cada vez más, los complejos de nieve introducen en su oferta actividades relacionadas con el ‘savoir faire’ local. Esto es la experiencia Skifarm que va más allá del esquí y la gastronomía y que pasa por recuperar las tradiciones autóctonas de cada lugar. De aquí nacen historias únicas propias del Pirineo francés.
Esquiar en Saint-Lary y visitar una granja con historia
Situada en la frontera con España, la estación de nieve de Saint-Lary (Altos Pirineos) ofrece un entorno privilegiado con 59 pistas de más de 100 km y 700 hectáreas que recorren 3 amplios sectores que culminan a 2.515 metros de altitud, repartidas en tres grandes sectores (Pla d’Adet, Espiaube y Le Vallon du Portet). Pero, más allá de su enfoque de última generación, el origen pastoril del complejo permanece. No en vano, se ha recuperado la fiesta en torno al cerdo negro de Bigorre, una raza rústica y autóctona abandonada por los industriales por no ser compatible con los criterios del mercado y que, años más tarde, ha sido recompensada con la concesión de dos AOC. En los años 80, apenas quedaban 10 cerdos negros en Bigorre; hoy, superan los 10.000. Criadores como la familia Coustalat de Vignec con Jean-Michel Coustalat presidente del consorcio Porc noir de Bigorre y criador en la granja de Vignecoise (cría, restauración y conservas) han contribuido a salvar esta raza porcina tan particular.
Además, dentro de la oferta de actividades de Saint-Lary destacan las visitas a otras granjas como la Granja Carlines d’Aulon, a 20 minutos de la estación. Un establecimiento increíble para ser visitado tras una jornada de esquí y que cuenta con una historia propia. Pues, ¿cómo recuperaron el trabajo de quesero tras perder el rebaño de ovejas tras una avalancha en febrero de 2015? Gracias a los esfuerzos solidarios, en noviembre de 2018, los “queseros” Aline, Eulalie y Pascal, pudieron seguir con la nueva Ferme des Carlines, comprometida con el bienestar animal, el compromiso con el sector ecológico y la auténtica elaboración del queso. Para ello, han acondicionado la granja al rebaño de 170 ovejas, que se ordeñan por la mañana; para producir el queso con leche de oveja fresca o madurada por la tarde.
Recorrer las estaciones de esquí de Ariège y visitar la hilandería de Niaux
Las maravillosas estaciones de esquí del Ariège son un claro exponente del Skifarm. A 26 minutos de Goulier Neige; a 34 de Beille; a 37 de Ascou; o a 39 minutos de Ax-3-Domaines se encuentra la hilandería de Niaux. Esta hilandería está ubicada en un molino que data del año 1867 que perpetúa el saber hacer de hace más de un siglo y medio.
Hace apenas cinco años Loïc y Simon adquirieron la empresa artesanal para desarrollar uno de los materiales más nobles: la lana de oveja. También es la única hilandería de Francia que domina todas las etapas, desde la lana bruta al producto acabado. Son productos textiles 100% locales, hechos con lana virgen de los Pirineos procedente de los rebaños de los alrededores
Esquiar en la Alta Garona y vida vespertina de granja
Nicolas y Céline regentan desde hace 20 años la granja Coulédoux, a los pies del Cagire, en el pueblo de Bouxt, en la Alta Garona, muy cerca de las estaciones de Le Mourtis (a 14 minutos) y Luchon Superbagnères (a 49 minutos). Después de disfrutar en las pistas no hay nada más agradable que acercarse a esta granja visitable, con preciosas vistas; así como sensacionales quesos de montaña de vaca tarina realizados con una receta ancestral del lugar como el Pichon Toma.
Este olvidado y escarpado lugar es el hábitat del cerdo (duroc y piétrain) con el que elaboran sus embutidos, apreciados en el lugar como el jamón de montaña, salchichones, patés, boudin y jarret. Para quienes quieran vivir como un auténtico granjero incluso es posible hospedarse en su dúplex o en una cabaña. Se llega por la carretera que conduce a Le Mourtis, antes de llegar a la estación.
Deleitarse con Cauterets y sus históricos Berlingots
Frecuentada por Víctor Hugo, la familia Bonaparte, George Sand o François-René de Chateaubriand, Cauterets, en Altos Pirineos, es un cuento de hadas repleto de nieve. Sus valles, en el parque nacional de los Pirineos, acogen un fastuoso patrimonio natural con pistas de esquí coronadas por los cinco colosos: Vignemale (3.298 m), Chabarrou (2.910 m), Cabaliros (2.333 m), Monné (2.723 m) y Péguère (2.316 m); además del vasto y fascinante Circo de Lys. Su valioso patrimonio arquitectónico está marcado por la arquitectura del siglo XIX y, también a las fascinantes y golosas fábricas de berlingots, otro de los dulces encantos estrechamente ligados a la historia de la estación de nieve.
Hace más de dos siglos, las aguas termales de Cauterets eran y siguen siendo indicadas para el cuidado de las vías respiratorias y, en particular de la garganta. Los tratamientos consistían, esencialmente, en la absorción de agua termal. Estas aguas, ricas en azufre, dejaban un sabor amargo en la boca de quienes las tomaban. Por eso, chupaban un caramelo en forma de pirámide, con franjas blancas, que pretendía superar el sabor sulfuroso del agua y hacer las delicias de los gourmets: los berlingots. Y, si bien todas las estaciones termales de los Pirineos han contado con su propia fábrica de berlingots, hoy en día sólo quedan seis. La mayoría, cuatro, están ubicadas en Cauterets y las otras, en Bagnères-de-Bigorre y Argelès-Gazost. La más popular es la fábrica Reine Margot, que ofrece sabores naturales a base de plantas y frutos de la región.
Degustación de quesos en La Pierre Saint-Martin
El espíritu pastoril también está muy presente en la estación de esquí de La Pierre Saint-Martin, en los Pirineos Atlánticos. Aquí, además de disfrutar del esquí y de los deportes de nieve en sus pistas, el complejo incluye otras actividades como talleres de elaboración y degustación de quesos de granja; o los “Tramperos en familia”, donde es posible familiarizarse con la construcción de iglús y esculturas de nieve y recorrer con raquetas el Valle de Aspe.
Precisamente el 19 de marzo, la estación celebra el “Día de los niños tramperos” donde tiene lugar la descubierta de actividades nórdicas como el nuevo tiro con rifle o los paseos en raquetas, construcción de iglús, trineos tirados por perros y descenso en trineo. Aunque seguramente la actividad más insólita y apasionante que ofrece La Pierre Saint-Martin es la posibilidad de dormir en una cabaña de pastores de invierno. La cabaña d’Arregatiou ofrece la experiencia de pasar la noche en la cabaña acunada por historias locales, tras un paseo en raquetas y comida amigable calentada en fuego de leña.
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