Consejos eficaces para reducir las olas de calor
CN/ Redacción
Según la información que ofrecen los expertos en la materia, el año 2022 ha sido el más caluroso de la serie histórica de España y en función de los datos que manejan los técnicos apuntan que, en 2023, es posible alcanzar temperaturas aún más altas.
Es obvio que en los últimos años se produce un aumento considerable de la temperatura a nivel global, que ha provocado que cada vez vivamos veranos más largos y calurosos, con episodios de calor más extremos. Tal y como muestran los datos, 2022 fue el año más cálido en la serie histórica de España,
Algunas medidas interesantes y prácticas para prevenir los efectos de la ola de calor son la integración de elementos que nos puedan proporcionar una buena sombra, aumentar la reflectividad de las superficies, integrar los elementos naturales, aprovechar los recursos de la flora y arbolado, entre otros. Consejos estos que intentan reducir el impacto sobre la salud de las personas de las altas temperaturas en las ciudades.
Así, deberemos tener en cuenta que ante las olas de calor, es clave contar con una buena previsión meteorológica, monitorear y preparar una rápida respuesta a los diferentes acontecimientos climáticos que puedan suceder y asígarantizar un suministro mínimo de agua y energía para fortalecer la respuesta ante las altas temperaturas.
La anticipación a una ola de calor es clave, y más ahora que las altas temperaturas llegan cada vez más temprano y con más fuerza. Para esto es necesariauna planificación urbanística con perspectiva climáticaorientada a reducir el impacto de estos fenómenos, ya que los elementos del entorno construido pueden ser un aliado muy eficaz.
En esta línea, los expertos recomiendan implementar intervenciones en el entorno urbano que eviten la exposición directa a la radiación solar, con la incorporación de elementos que proporcionen sombra, como cubiertas, toldos o árboles. También aconseja incrementar la reflectividad de los materiales de superficies expuestas al sol para disminuir su emisión de calor,ya que estos materiales – especialmente las superficies duras y oscuras- actúan como acumuladores de energía térmica que se vuelve a emitir por la noche, incrementando el efecto de isla de calor, y evitando el tan necesario enfriamiento nocturno para evitar temperaturas extremas durante el día. El uso de colores claros y superficies permeables naturalizadas es una estrategia óptima para mitigar este efecto.
Por otro lado deberemos tener en cuenta mejorar el aislamiento de nuestra fachada y la cubierta de la casa con el objeto de optimizar su eficiencia energética, para así minimizar la transmisión térmica de los cerramientos y evitar que aumente la temperatura en los espacios cerrados reduciendo a su vez la necesidad del uso del aire acondicionado. También destaca el fundamental papel de la vegetación en el entorno, que no solo aporta beneficios ambientales, sino que también, por los procesos físicos de las plantas y la evapotranspiración, tienen una alta capacidad de regulación de la temperatura y de mantenimiento de la humedad, que consigue incrementar la sensación de confort en ambientes secos.
Hay que tener en cuenta que, además, las personas, a través de nuestras actividades, tenemos un impacto directo en el incremento de temperaturas urbanas, principalmente ligado al uso de equipos que expulsan calor para su operación, como pueden ser los equipos de aire acondicionado o de combustión como son los mismo automóviles, calderas, motores, etc.
Por último, también se contemplan aspectos que incrementen la resiliencia a nivel económico y social, proponiendo implementar áreas de enfriamiento en zonas verdes, jardines, parterres, o zonas de agua como piscinas o fuentes o elementos de micro difusión de agua.