20 de febrero Día Internacional del Gato
Una de las afecciones de nuestras mascotas gatunas más comunes y difíciles de detectar es la artrosis, ya que los gatos tienden a ocultar el dolor y esconder algunas señales de sufrimiento. Por ello hay que saber encontrar estas afecciones de nuestras mascotas y saber cómo detectar y prevenir esta enfermedad que tanto afecta a los gatos
Los gatos no tienen un día especial para ellos: ¡tienen cuatro! Cada 20 de febrero, 8 de agosto y 29 de octubre se celebra el Día Internacional del Gato, y junto con estos tres días internacionales, en Europa celebramos el Día Mundial del Gato cada 17 de febrero. Y no es de extrañar, ya que es la mascota más presente en los hogares europeos, más de 100 millones de ellos frente a los 85 millones de perros. En España se calcula que un 35% de los hogares tienen, al menos, un gato.
El 20 de febrero se recuerda el fallecimiento del gatito Socks («Calcetines»), la mascota del ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Fue el primer felino mascota de la Casa Blanca, cuando Clinton llegó a presidente en 1993, y ese gatito blanco y negro se hizo famoso en todo el mundo. Además de en febrero, los gatos tienen dos Días Internacionales más. El 8 de agosto es el día que escogió la Fundación Internacional para el Bienestar Animal para homenajear a los mininos. Y el 29 de octubre es también el Día del Gato en Estados Unidos, a propuesta de la experta en mascotas: Colleen Paige.
Para celebrar el día especial de los felinos, los expertos han recopilado una breve guía sobre una de las enfermedades que más les afecta: la artrosis. Y es que, 9 de cada 10 gatos con más de 12 años tienen degeneración en las articulaciones. En general, es una dolencia que afecta a los gatos mayores, pero es difícil de diagnosticar.
La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones que afecta a los gatos, los perros y también a las personas. Aparece cuando se desgasta el cartílago que acolcha la articulación, con lo que el hueso queda expuesto y produce dolor. Hay varios factores que motivan la aparición de esta dolencia en los felinos. Ciertas razas tienen una mayor predisposición a sufrirla, como los Scottish Fold o los Burmeses. También puede producirse después de una fractura o debido a la acromegalia, una enfermedad hormonal poco frecuente. Hay diversas señales que darán pistas para saber que un gato tiene artrosis:
– Movilidad reducida
Si el animal tiene dificultades para subir o bajar de los muebles, si le cuesta acertar en la caja de arena o si cojea o anda muy estirado, puede indicar que le duelen las articulaciones.
– Cambios en su nivel de actividad
Tendrá menos ganas de jugar y de salir al exterior para explorar y cazar. Eso hace que reduzca mucho su actividad física, lo que se reflejará en que tendrá las uñas más largas que de costumbre y engordará.
– Cambios en el acicalamiento
El gato se limpiará más en las zonas doloridas por la artrosis. Además, es frecuente que aparezcan nudos en el pelaje.
– Cambios de carácter
El animal tiende a perder interés en relacionarse con otros y ya no tolera que le toquen. En definitiva, ya no interactúa tanto o no responde cuando se le acaricia.
La clave de muchas enfermedades es la prevención, y ese es el caso de la artrosis. Proteger a nuestro minino durante la juventud hará que sus articulaciones estén fuertes y sanas. Igualmente, los veterinarios de DosFarma dan una serie de consejos que pueden ser muy útiles en las primeras fases de la enfermedad o cuando es leve.
– Una dieta rica en los elementos que ayudan a reforzar el cartílago
Existen alimentos específicos que contienen ácidos grasos esenciales, que reducen la inflamación. También incluyen antioxidantes, que ayudan a frenar el envejecimiento, y otros nutrientes que refuerzan el cartílago. Igualmente, un cartílago fuerte necesita una alimentación rica en manganeso, selenio y metionina.
– Suplementos nutricionales o condroprotectores de calidad
Los suplementos y productos condroprotectores hechos a base de condoitrín y glucosamina, dos nutrientes esenciales para los cartílagos, son eficaces durante las fases iniciales o en casos leves.
– Cuidar su alimentación para evitar la obesidad
El sobrepeso no es directamente una causa de artrosis, pero es un importante factor de riesgo y puede agravarla.
– Ejercicio moderado
Indispensable para mantener controlada la obesidad.
– Revisiones periódicas
En el caso de las razas más predispuestas a sufrir esta enfermedad, para establecer desde muy pequeños un tratamiento de prevención especializado.
Cómo cuidar de un gatito con artrosis
La artrosis es una dolencia crónica, por lo que habrá que seguir las recomendaciones del veterinario y adaptar el hogar a las nuevas necesidades del animal. Además, los expertos de DosFarma dan una serie de consejos para ayudar a nuestra mascota:
1. Evitar que suba o baje escaleras
Le costará mucho hacer ese tipo de esfuerzos, por lo que es mejor dejarle la cama, los juguetes, el comedero y el arenero en una zona sin escaleras.
2. Camas blandas y situadas en zonas tranquilas y sin corrientes de aire
Una cama blanda y confortable le ayudará a descansar las articulaciones doloridas. Es importante que esté situada en una zona sin escaleras, tranquila y donde se sienta calentito.
3. Cortarle las uñas más a menudo
Los gatos con artrosis hacen menos ejercicio, por lo que las uñas no se desgastan y están más largas.
4. Usar arena de grano fino
Es más blanda, por lo que le ayudará a que los pies no sufran tanto.
5. Poner escalones para que pueda acceder mejor a sitios altos
Si el gato está acostumbrado a descansar en el sofá o le gusta subir a alguna zona elevada, hay que facilitarle el camino.
6. Ayudarle a asearse
Habrá zonas de su cuerpo a las que le cueste más llegar para limpiarse, como los ojos o la región perineal.