Neymar cumple como Regente del Barcelona
Regencia, dícese según la RAE como “Gobierno de un Estado durante la menor edad, ausencia o incapacidad de su legítimo príncipe”. Regencia, según Neymar: “Ante la ausencia del legítimo príncipe por los siglos de los siglos, yo asumo conducir la nave y capear el temporal hasta que el Gran Capitán vuelva a cuarteles” Coronado el infante de Santos, el Barcelona puede dormir tranquilo. Un equipo al que la sombra de Messi aterroriza tanto como aquella escena mítica de Hitchcock en Psicosis, ha encontrado un faro sobre el que iluminar la travesía en la oscuridad sin el genio de Rosario.
Y es que a Ney no le hace falta pareja para bailar su samba. Es un jugador superlativo, cada vez más alejado de la innecesaria floritura más propia del fútbol del Hemisferio Sur, para acabar adhiriéndose a la, supuesta, fiabilidad del fútbol europeo. Pero Neymar no olvida donde viene, cual coctelero estrella de restaurante chic barcelonés, el brasileño ha sabido mezclar, agitar, pero no remover ambos estilos y convertirse en el merecido Regente del Reino de Leo.
Hoy pasó un Bate Borisov tan acostumbrado a estar en los bombos de Gianni Infantino allá por Agosto, como de desaparecer cuando el frío acecha su patria. Y llegará 2016 para volver a tener en la fase de grupos al Bate. Porque no hay Champions sin favoritos, ni favoritos sin comparsas del Este de Europa para poder juguetear con ellas. Pero la visita del Bate por el Camp Nou no le ha salido gratis, de nuevo, a Luis Enrique quién pierde a Rakitic tras una rotura de sóleo. Cuarto partido en Champions y cuarta pérdida de un jugador para desesperación de un técnico asturiano que está pagando más peaje en forma de lesionados que un trayecto entre Sabadell y Mataró. Sin embargo, la baja del croata se hace más preocupante a escasos 15 días del Clásico para un Barcelona magullado e incapaz de aligerar una enfermería colapsada como el Metro en hora punta.
Con respecto al partido muy poca historia. El Barcelona aceleró en contadas ocasiones, sesteó gran parte del partido y se limitó a mirar el reloj con un ojo puesto en Roma para saber si se certificaba una clasificación más que virtual.
Abría el fuego Neymar cerca de la media hora de partido con un penalty más que dudoso sobre Munir. El hispano-marroquí aprovechó la lesión de Rakitic para gozar de minutos esclarecedores. Esclarecedores, otra vez, de que no es jugador para el Barcelona.
Dominaba el Barcelona de tal forma que acunaba al Bate Borisov en un ejercicio de compasión más propio del Domingo de Resurreción. Le acunaba de lado a lado pero sin aguijonear una defensa maltrecha.
Sin embargo, un Canibal anda suelto por Barcelona. Pasados los 15 minutos del segundo acto, con un partido dominado por un ritmo anodino, Neymar asistió a Suárez quien tras recortar con su control y buscar con un punterazo el palo de Chernyk puso el 2-0 en el marcador.
Tras el gol, con la mayoría del Camp Nou enfilando la Diagonal dirección sus hogares, Luis Enrique recordó en un ejercicio de coherencia que ya había pagado suficiente peaje por él y por todos sus compañeros prescindiendo de Busquets e Iniesta. El Clásico asoma en el horizonte y una lesión más podría ser demoledora para el conjunto culé.
Pero a pesar de bajar revoluciones al motor turbo culé, Neymar y Suárez son tan buenos que a 5 minutos se las apañaron para cerrar el marcador con un 3-0 en el que el uruguayo devolvió el favor a Neymar.
3-0, 3 puntos y un nuevo lesionado para el Barcelona. Quizás demasiado peaje para un vestuario que tiene una rotación demasiado corta, devastada por las lesiones, sólo aliviada por la clasificación virtual, y como primero de grupo en un grupo muy poco desafiante para el club culé.
La próxima parada será Leverkusen donde el Barça debería certificar la clasificación.
A.Briega