Javier Urra presentó sus libros en el Ateneo Escurialense y dirigió un curso de Verano
Javier Urra dirigió un Curso de Verano de El Escorial sobre la violencia filio parental la última semana de Junio. E hizo un hueco para acudir al Ateneo de esta localidad presentar sus libros en el Foro de Psicología que dirige el terapeuta Sergio García Soriano. Más de 50 personas acudieron a dicho evento, y compraron todos los ejemplares de las novedades editoriales de primer defensor del menor. Especialmente, acudieron padres preocupados por sus hijos y que querían tener respuestas por parte del tándem que formaron Urra y García. Ambos mantuvieron una conversación para abrir el diálogo después con los asistentes.
Aquí recogemos parte de estas preguntas y respuestas:
Sergio: Javier ¿le falta a nuestra sociedad empatía?
Urra: La palabra empatía está prostituida por el uso, pero no es muy difícil saber donde le roza al otro, entre otras cosas porque en general no nos importa mucho el otro y menos si nos resta tiempo de lo que se refiere a nosotros. Ser empático supone cartografiar la realidad vital de una persona, y por el mismo involucrarnos.He conocido parejas que bien pueden ser marido y mujer o padre e hijo, incapaces de saber qué siente el otro, resulta llamativo cuanto menos, convivir con quien nos interesa tan poco.
Sergio: ¿Cómo podemos invertir esta característica de nuestros días?
Urra: Siendo receptivos, aprendiendo a escuchar. A veces los pacientes agradecen que el terapeuta esté afónico. Vivencias las intenciones ajenas exige de una actitud porosa, de ósmosis, sin ideas preconcebidas, sin juicios de valores, sin pensar en la réplica, es una posición de recepción, de llenado y es a partir de ahí donde se inicia un proceso que puede o no ser de devolución, pero sí de acompañamiento. Tengo la impresión de que muchos diálogos son simplemente la suma de dos monólogos.
Sergio: Por tu experiencia, ¿cultivamos el lenguaje interior?
Urra: Yo creo que hay personas que sí, otros son sordos a sus emociones, se dejan llevar por las pulsiones, por los instintos, sin una reflexión elaborada. No es necesario ser ascético para conocerse mejor.[…]
Sergio: Es como si uno se conociese a través de los demás. Tendríamos que fomentar estos espacios de encuentro entre padres, y con especialistas.