La Comunidad ofrece recomendaciones para la poda de madera y leñas
La Comunidad de Madrid ha elaborado una serie de recomendaciones para la corta y poda y el posterior aprovechamiento de madera y leñas. Están dirigidas al autoconsumo en montes no gestionados por la Administración regional, y se circunscriben uso doméstico (no comercial). El Ejecutivo autonómico aconseja que la eliminación de los restos se haga preferiblemente mediante trituración o astillado, mientras que, para proceder a la quema, se deberá solicitar una autorización en el teléfono gratuito 900 181 628, con al menos cinco días de antelación.
Además, para minimizar las molestias a la fauna protegida, los trabajos se han de realizar preferentemente del 1 de septiembre al 15 de febrero. En caso de alargarse, dentro del periodo comprendido entre el 16 de febrero y el 30 de agosto, se asegurará de no producir molestias a la nidificación de especies de aves incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid.
En las del género quercus (encina, rebollo, quejigo…) el periodo de corta y poda es del 1 de noviembre al 1 de abril. No se podrán podar ramas de diámetro superior a 20 centímetros, medidos en el lugar de corte. Tampoco está permitido cortar pies de más de 20 centímetros de diámetro normal (medido a una altura de 1,30 metros del suelo) o 25 de diámetro medido en su base.
En cuanto a los fresnos, el cortado de su tronco para que produzca brotes, conocido como trasmocho, se puede llevar a cabo del 15 de agosto al 1 de marzo. La corta y poda de estos árboles y del resto de especies se podrá realizar durante todo el año, respetando los periodos de exclusión que indique el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA) en lo que respecta al uso de maquinaria y, en su caso, eliminación de restos por quema.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior recuerda, además, que es necesario tramitar la declaración responsable para realizar esta actividad. Con ello, el Gobierno regional simplifica la gestión reduciendo las cargas administrativas, tal y como se recoge en la conocida como Ley Ómnibus, aprobada en diciembre del año pasado.