LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN
LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN.
Parte de la ponencia de clausura de la «Jornada, Retos en la Salud Mental Infanto-Juvenil», en los Cursos de Verano de la universidad Complutense de Madrid, en San Lorenzo de El Escorial:
«Además de lo interesante expuesto aquí hoy. Quiero hablar de la comunicación en dos ámbitos, por un lado, la comunicación entre padres e hijos.
Tenemos que saber que la palabra comunicación en su sentido más profundo, significa “comunión”, es decir, compartir ideas y sentimientos en un clima de confianza. La comunicación es por tanto la acción de compartir, de dar una parte de lo que se tiene.
Y esa es una de las piedras angulares de la terapia, sabiendo que cada uno de nosotros es un medio de comunicación, tenemos que saber que cómo nos comunicamos con los demás es un reflejo de cómo nos comunicamos con nosotros mismos. Cómo se comunican padres e hijos es una de las claves para un buen desarrollo afectivo.
En primer lugar, tenemos que dejar a un lado la teoría del emisor – receptor. Puesto que cuando estamos escuchando a alguien e interactuando, lo que la otra persona dice, queda recortado en mi entendimiento (capturo de diferente manera) por lo que yo quiero oír, por mi formación, por mi bagaje, por mis expectativas. En la relación entre unos y otros, vamos a oír cosas que en ocasiones no queremos escuchar pero son necesarias para entendernos. En las sesiones terapéuticas entre padres e hijos, van a salir cuestiones de esta índole, donde puede que echen en cara al psicoterapeuta, “pero fíjese lo que está diciendo, no le estará creyendo”.
Y es que la psicoterapia trata de eso, de poder decir aquellas cosas que estaban “ateridas” o “detenidas” en nosotros para conseguir encauzarlas, a veces, es doloroso escuchar a un hijo señalizar cuestiones sobre el comportamiento de sus padres. Y al revés, es duro escuchar a los padres decir asuntos que el adolescente pensaba que estaban ocultos. Sin embargo, dirigidos por un psicólogo van a poder resolver esas cuestiones, el estado afectivo que subyacía hacía que estuviesen afectados que no se conociesen realmente, que en esa captura de la información que hacían entre ellos hubiese un “círculo viciosos” que les impidiese progresar.
Entonces, ¿hay que decirlo “todo”, “sin filtros”, como ese (programa de EuropaFM) en la comunicación entre padres e hijos?
Entonces, ¿hay que decirlo “todo”, “sin filtros”, como ese (programa de EuropaFM) en la comunicación entre padres e hijos?
– No por supuesto que no. Eso se llama “sincericidio” y además lo dicho descansa sobre lo no dicho. Por lo que va a ser el terapeuta el que abra el camino de esa comunicación necesaria.
La semana pasada me decían unos padres antes de tener una sesión familiar con su hijo la semana siguiente, ¿me podrías decir qué temas vamos a tratar en la sesión conjunta?
Y yo les pregunté ¿queréis que os dé un orden del día de la sesión?
Y se quedaron sorprendidos por la respuesta. A continuación pasé a explicarles que se iban a tratar temas de la convivencia, pero que no tenía exactamente con contenidos, sino que era una actitud frente a la conversación, era un aprender a hablar, a veces de temas que pueden parecer nimios, -¿qué hizo ayer el Madrid?- – En Eurovisión hemos pinchado otra vez ¿no?- Y empezando por temas aparentemente nimios puedo llegar mas lejos.
La relación entre hijos y padres está a veces suspendida y otras veces, mermada por debates muy sesudos que impiden escuchar a la otra persona. Si el caldo de cultivo no se ha generado en esa relación, si no ha habido interés real, la información entre ellos no entra ni con calzador.»