La Constitución marca el camino
Casi recién salidos de aquella larga dictadura, que por más que algunos se empeñen en “mantenerla viva”, ha quedado ya reducida a un montón de páginas, blancas, grises y negras del grueso libro de nuestra historia, en 1978 no fue fácil consensuar unas normas de convivencia entre posturas tan distintas y distantes, pero la mayoría de los partidos estuvieron a favor del acuerdo.
Ratificada mediante un referéndum celebrado tal día como hoy, en el que participaron el 67,10% del total que podían hacerlo, el “conjunto de normas” elaborado por los “padres” de la Constitución recibió un 87,90% de votos afirmativos en el conjunto de España, con un total de 15.706.178, frente a tan sólo un 7,80% en contra con 1.400.505 votos.
Resulta curioso revisar hoy los porcentajes de las distintas comunidades y ver, con tanta sorpresa como satisfacción que en Cataluña el 90,50% votó SÍ; que en Baleares lo hizo el 89,50%, en Galicia el 89,00%, en Baleares el 89,50%, en la Comunidad Valenciana el 88,80%, en Madrid el 86,10%…
Destacan los extremos, en el de arriba Andalucía como la primera en votos a favor con 91,90% y en el de abajo, entre las que menos apoyo dieron, Navarra con el 75,70% y País Vasco, con un 69,10%.
Conviene recordar que 1978 fue el primero de los llamados “años del plomo”; la víspera del referéndum ETA mató al policía municipal de San Sebastián Ángel Cruz Salcines, al comisario del Cuerpo Nacional de Policía José María Sarrais Llasera y al subcomisario del mismo cuerpo Gabriel Alonso Perejil y la banda terrorista cometería 9 asesinatos más antes de fin de ese histórico año, hasta acumular 64 en el amplio historial de unos criminales a los que ahora algunos pretenden “blanquear”.
Han pasado cuatro largas décadas de nuestra historia, años que no siempre han sido fáciles y esas “normas”, esos 169 artículos que componen la Constitución Española, han servido para consolidar una de las etapas de mayores avances económicos y sociales de nuestra historia democrática.
Si la Constitución fuera una mujer, hoy, al cumplir los 43 años, estaría en uno de los mejores momentos de su existencia, cargada de experiencia y sensatez, segura de sí misma, con las ideas perfectamente claras de cómo quiere ser, de hasta dónde pretende llegar, con la “mochila” repleta de todo lo vivido y con la ilusión intacta de que seguir caminando como lo ha hecho hasta ahora la puede llevar tan lejos como quiera llegar.
En estos días, los socios separatistas de Sánchez le exigen una reforma radical que contemple la autodeterminación y cabe dentro de lo posible que accediera a ella si le bastara una mayoría en el Congreso para hacerlo y contentar a quienes lo sostienen mientras esperan que les permita independizarse.
Difícil tarea cuando el artículo 167 establece que para modificar nuestra Carta Magna es necesaria una mayoría de tres quintos en el Congreso y en el Senado, lo que hoy por hoy equivale a 210 diputados y 159 senadores que estén por la labor de una hipotética reforma.
Mal que les pese a ese puñado de españoles que siguen empeñados en dejar de serlo, nuestra Constitución es y seguirá siendo la puerta abierta a TODOS y la guía que marca el camino que con el esfuerzo general y en armonía nos conducirá en paz hacia una igualdad y un progreso compartidos.