Explosión de flores azules al final de la primavera
Flota aún en el aire la “amenaza” de Lastra de salir hoy a las calles de Andalucía y si fuera una persona de palabra debería estar ya sobre el asfalto, enarbolando la pancarta de su indignación electoral, al constatar que tanto la derecha, como la “extrema” derecha, han mejorado sus resultados, logrando entre ambas la friolera de SETENTA Y DOS, 72, siete dos, de los 109 escaños del Parlamento de Andalucía, frente a los TREINTA Y SIETE, 37, tres siete, de las tres opciones de izquierda.
Con el peor resultado socialista de la historia, ella personifica la no aceptación del resultado argumentando excusas tan peregrinas como que “Moreno Bonilla convocó las elecciones pensando en su interés y no en el de los andaluces”, “que les ha faltado tiempo para consolidar la candidatura socialista”, “que Moreno Bonilla ha ganado por los fondos que le transfirió -su adorado líder Supremo, el Doctor- Sánchez”, “que les ha perjudicado la poca movilización y la baja participación”, aunque ha sido casi dos puntos mayor que las de 2018, en las que ganó la defenestrada Susana Díaz y que “el PSOE sigue liderando las encuestas nacionales”, (debe referirse a las del “colega Josefé”, tan detallista siempre con los suyos).
Se esfuerzan en el PSOE en gritar a los cuatro vientos que este resultado tan catastrófico no es extrapolable a nivel nacional, pero son cada vez más numerosas las voces, incluso socialistas, que aseguran que lo será en su momento.
Fracaso sin paliativos del “popurrí” electoral de lo que podría ser la hipotética plataforma de Yolanda, un esbozo de su “proceso de escucha”, a la que los andaluces han hecho oídos sordos; que sumar, sumar, lo que se dice sumar sólo ha sumado más formaciones políticas (seis) que escaños (cinco).
Causa estupor escuchar a Teresa “de Kichi” Rodríguez, cuyo grupo sólo ha logrado DOS escaños, lanzando un “hemos pinchado el globo de la ultraderecha”, que suena a pitorreo del carnaval de Cádiz.
Honrosa la dimisión de Juan Marín, cabeza de turco del hundimiento de Ciudadanos, que queda sin representación y tira sus 120.870 votos directamente al contenedor de papel.
Seguramente “Jaén merece más”, pero ha quedado demostrado que no son “Soria Ya” y sus 18.685 votos los dejan sin representación.
De las 27 opciones presentadas a los andaluces, tan sólo cinco han obtenido escaños; a algunos no les han votado ni los que figuraban en sus papeletas.
Dijo Sánchez, en el mitin de cierre de campaña “el 19 de junio hay que elegir entre un gobierno de Espadas con el PSOE o uno del PP con VOX” y ya saben cuál ha sido la decisión mayoritaria de los andaluces, castigando a los de la rosa con un batacazo histórico y dando al PP un triunfo “por goleada” que hace innecesarios los 14 escaños de VOX, partido en el que Macarena logra dos más que le sirven de bien poco.
“El 19 os espero en la puerta de San Telmo para celebrarlo”, prometió, pero no, no busquen a Juan Espadas Cejas allí, porque seguirá aun asimilando su derrota, “dolorido” por haber arrebatado a Susana Díaz el “honor” de ostentar el peor resultado socialista de la historia democrática de Andalucía.
También dijo “los andaluces enviarán las encuestas a la papelera y los votos a las urnas” y a fe que lo hicieron otorgando al PP de Juan Manuel Moreno Bonilla 1.582.412 votos, un 43,13% y una sobrada mayoría absoluta que no adelantaban las encuestas.
Mientras unos lloran y otros se tiran de los pelos, los hay que gritan de alegría; comienza definitivamente un tiempo nuevo para todos los andaluces, ayer, al final de la primavera, la apertura de las urnas echó a un lado las mustias rosas rojas y produjo una extraordinaria explosión de flores azules.