Dia de la Hispanidad… de todos
Un año mas y ya desde hace una década este periódico, se suma a la celebración del dia de todos los españoles. Llegamos al mes de octubre y con él la celebración de la Hispanidad, el dia del Pilar, la Patrona de la Guardia Civil, el día de la Constitución y la Fiesta Nacional. O lo que es lo mismo, el día del izado de la Bandera. Cualquiera de estas cuatro opciones nos llevan a plantearnos nuestra historia. La historia de una España con un gran potencial en recursos naturales, científicos, empresariales y un gran potencial humano. Pero es en este último punto, el humano, el español, el que apenas cree en sí mismo ni en su prójimo. Un español cansado, por no decir harto, de tan larga crisis. Sin embargo tenemos un gran empuje y no lo decimos desde estas líneas, lo dicen las líneas de otros periódicos que parece nos dan más seguridad a la hora de creer. Si utilizásemos más ese empuje, si creyésemos más en este país, quizás al menos el sentimiento y la actitud sería diferente. La de un pueblo unido, azotado por la crisis pero orgulloso porque sabe que va a salir de esta. Y por eso cada vez son más los pueblos de España que se han sumado a tener una insigne bandera de gran tamaño colgada de un gran mástil para ondearla bien alto. Una bandera que sesea en su izado y que nos está llamando a la unidad de todos los españoles. Y lo cierto es que, cuando acudes a este magno acto y suenan los acordes del himno nacional lo cierto es que los sentimientos de cada uno se funden en uno solo. Desde el respecto a quienes no quieren formar parte de este país, pero no desde el entendimiento, quizás sería momento de sumar y no dividir que para ello hay tiempos menos convulsos, para darle la vuelta a aquella famosa frase pronunciada por el periodista Pedro Mourlane buen amigo y colega de profesión de Jacinto Miquelarena: “¡Qué país, Miquelarena!”, exclamada tras presenciar ambos cómo un militar humillaba a un subalterno. Desde entonces, y durante muchos años esa expresión ha subsistido el acervo popular al referirse a la España más chusca. Si se ha superado una guerra civil, si se ha construido un estado con una Constitución redactada por los diferentes pensamientos políticos, deberíamos haber aprendido la lección. Y aquella frase referente al caos de una España dividida y temerosa, convertir su significado en orgullo y pensar ¡Menudo país que tenemos! ¡Qué potencial! ¿Cómo podemos hacer entre todos para que nosotros mismos y el mundo entero nos mire de otra manera?. Unidos, sin duda, lo conseguiremos. No es momento para la división. Lo piden los españoles de a pie, quienes no tienen ni trabajo ni perspectiva de futuro. Es pues una cuestión de responsabilidad, de los políticos, pero también del sentir interno de nuestros corazones.