Robledo de Chavela celebra los 60 años de la NASA en España

El municipio serrano  ha celebrado el 60 aniversario de la NASA en España con la presencia de autoridades españolas y estadounidenses y algunos de los científicos que dirigen la NASA y que se han reunido en la instalación robledana para conmemorar seis décadas de colaboración.

Con motivo de los actos organizados a tal efecto, la Administradora Asociada Adjunta de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Sandra Connelly, ha explicado que la agencia aeroespacial del Gobierno estadounidense tiene el objetivo de tener una presencia sostenida en la Luna para luego ir a Marte.

La experta ha señalado que, durante estos 60 años, la NASA ha tenido «una fabulosa relación» con España, que ha apoyado sus misiones en el espacio profundo a través de una «red de comunicación clave».

Asimismo, ha puesto en valor el uso de la Inteligencia Artificial en la NA-SA y ha destacado que España «es uno de los principales países» en ex-plorar el espacio, haciendo hincapié en la importancia de la coordinación de la NASA tanto con España como con la Agencia Espacial Europea (ESA).

Para el alcalde de Robledo de Chavela, Fernando Casado, presente en el acto, “la presencia de la NASA en nuestra localidad nos posiciona como pieza clave en el estudio del espacio profundo, liderando la ciencia del futuro, por lo que, también desde nuestro Ayuntamiento, implementamos iniciativas que contribuyen a su conocimiento.”

De esta forma se festeja el primer acuerdo de cooperación científica entre EEUU y nuestro país para facilitar a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio terrenos y derechos de paso en Robledo de Chavela.

En virtud de este convenio, se construyó la estación robledana, que durante estas seis décadas ha tenido un destacado protagonismo en algunas de las misiones más relevantes de la historia reciente de la exploración espacial, incluida la más importante de todas, la llegada a la luna en julio de 1969.

Robledo de Chavela también asistió a las Pioneer 10 y 11 (1972 y 1973), que fueron las primeras naves espaciales en atravesar el cinturón de asteroides y realizar sobrevuelos cercanos a Júpiter (Pioneer 10) y Saturno (Pioneer 11), proporcionando valiosa información sobre los planetas exteriores y abriendo el camino para futuras exploraciones.

Igualmente, participó en las misiones Voyager 1 y 2, que fueron lanzadas para explorar los planetas exteriores del sistema solar, y lograron sobrevuelos históricos a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Posteriormente, se convirtieron en las primeras naves en alcanzar el espacio interestelar, y aún hoy siguen enviando datos sobre los límites de nuestro sistema planetario. La Voyager 1 es el artefacto humano que más lejos ha llegado, y actualmente se encuentra a más de 24.000 millones de kilómetros de distancia.

El pasado mes de  abril, Robledo de Chavela llevó a cabo por primera vez una prueba, conocida como ‘arraying’, que permitirá seguir recibiendo datos de las Voyager. La combinación de la potencia de sus seis antenas hace posible la recepción de señales muy débiles procedentes de las naves espaciales más lejanas.

Durante estas seis décadas, también ha prestado apoyo a misiones tripuladas como Apolo, Skylab o Apolo-Soyuz, en las que junto con Robledo de Chavela y Cebreros también participó una tercera estación, la de Fresnedillas de la Oliva (Madrid), clausurada hace casi 40 años.

Desde su creación, la estación robledana ha estado integrada en la Red del Espacio Profundo de la NASA, una red formada por tres centros (los otros dos son Goldstone, en California, y Canberra, en Australia), cuya posición geográfica se escogió para que los vehículos espaciales pudiesen mantener en todo momento contacto con la Tierra, independientemente del movimiento de rotación. Cada estación se compone de una antena de 70 metros y varias de 34 metros (en el caso español, hay además una de 26 metros).

La de Robledo de Chavela es la única que cuenta con seis antenas operativas, ya que Goldstone y Canberra únicamente poseen cuatro.