PSV 0-0 Atleti: El Calderón será clave ante la ausencia de gol

La Champions, como la vida, nos guarda una serie de indecisiones en las que no podemos tomar partida jamás. Son cosas banales, sí, pero extremadamente importantes en cada momento: si la resaca se nos pasa mejor con un kebab o con una hamburguesa, si es mejor tomar proteínas para el gimnasio o dedicarnos al ejercicio aeróbico o si el empate a 0 en Champions es un buen resultado. El partido, a fin de cuentas, viene a resumir un estado del Atleti que se prevé y quizá eso sea lo que más nos choque. Este Atlético de Madrid reinventado ha revuelto corazones -y tripas- por la forma inusual de la sorpresa, por el giro en la última curva, por el miedo al miedo. Ahora resulta que se ha convertido en un equipo que se ve que dicen que no, pero que crea el mismo miedo.

Y luego está el tema del fútbol. Escaso por cierto. En los diez primeros minutos el Atleti mostró la cara, su cara. Fueron diez minutos jugados en el campo del PSV que devolvían la ilusión de la competición pero sobre todo del centro del campo. La conexión y la presión era total y en esa, un balón quedó magistralmente situado entre Vietto y Zoet. El argentino la tocó con la punta, sobrepasó al portero y en como en esos momentos que se hace todo tan eterno, como la cola del WC, el pacto de gobierno o los goles, vimos llegar a Bruma a decir que hoy no entraba.

El PSV no se adueñó del partido pero sí del balón y eso convirtió el fútbol en una película de Garci. El error de Griezmann, mano a mano con Zoet -que sacó una mano excepcional- evidenció la ausencia de gol para gritarla a los cuatro vientos y dio alas a un PSV muy inferior que creció y acabó en una mano de Oblak que deja todo en reflexión y no en problema.

Más de lo mismo

La segunda mitad era previsible y es que quince minutos son pocos para despertar y demasiados para hundirse. El Atleti no hizo ni una ni otra. A pesar de que Pereira fuera justamente expulsado por una segunda amarilla; a pesar de que Torres saliera por Vietto; a pesar de que Correa hiciera lo propio por Saúl; a pesar de creer que, por fin, los cambios eran los correctos. A pesar de eso.

El Atleti incomodaba al PSV por ese regate en corto mágico y ‘agüeriano’ del que dispone Correa. Dan ganas de preguntarse por qué no juega más a menudo en partidos de estos de abrir melones, en partidos de no abrirlos o, en fin, de por qué no juega más.

El partido acabó y no supimos si utilizar la explicación de que el PSV es rocoso en su campo, de que al fin y al cabo nos jugamos todo en casa o la que no nos gusta que es que el 0-0 beneficia al que visita. También es cierto que luego cambiamos de canal y en TVE Bertín Osborne entrevistaba a Casillas. Nos acordamos de aquellos miércoles sin tener un motivo para sufrir o ilusionarnos cuando la Champions la jugaban otros. Nos vimos viendo eso y pensamos que el Calderón y Bertín son un paso para el asalto a los Cuartos.