No dejen volar nuestro dinero
Los resultados de las elecciones generales del pasado 23 de julio, reflejo de la decisión soberana de los ciudadanos, fueron los que fueron, son los que son.
En base a los porcentajes exigidos y al número de escaños obtenidos, de las 11 opciones que obtuvieron representación, podrían formar grupo parlamentario propio, por haber logrado al menos 15 diputados, PP (137), PSOE (121), VOX (33) y Sumar (31).
También EH Bildu (6) y PNV (5) por haber logrado al menos un 15% de los votos en los territorios en los que presentaron candidatura.
El resto, ERC (7), JUNTS (7), BNG (1), C.Canaria (1) y UPN (1) tendrían que integrarse en el Grupo Mixto, por no haber alcanzado el 5% de los votos en el total general de España, no haber alcanzado los 15 escaños o no haber alcanzado ese mínimo del 15% en sus circunscripciones electorales.
Todos los grupos parlamentarios tienen una asignación mensual de 30.346,72 euros más 1.746,16 euros por cada uno de sus diputados, además de algunas “ventajas” como recibir subvenciones, disponer de asistentes, tener mayor cantidad de tiempo de intervención en los debates, poder formular preguntas al Gobierno con carácter semanal y una mayor capacidad para defender iniciativas legislativas y de control.
En el grupo mixto, donde deberían integrarse ERC y JUNTS con BNG, CC y UPN, si se aplicasen con rigor absoluto los condicionantes, los cinco partidos deberían “compartir” esos 30.346.72 euros mensuales, además de los tiempos de intervención.
Pero, como ya ha sucedido en legislaturas anteriores, reaparece el “compadreo”, la posibilidad de “ceder” diputados a quienes no alcanzan las cifras, para que constituyan grupo propio y una vez inscrito, los diputados “prestados”, regresan a sus partidos de origen.
¿Comparten los votantes de PSOE y Sumar la inusitada “generosidad” de sus grupos que SÓLO beneficia a quienes siguen empeñados en escapar de España?.
Los partidos políticos no son tan “serios” como los equipos de fútbol, que cuando “ceden” a sus jugadores a otros clubs, les permiten jugar en ellos e incluso soportan económicamente una parte de sus sueldos.
Pero sabemos de sobra que los políticos, la única “especie” de empleados con capacidad para fijarse su propio sueldo, dispara con “pólvora del rey” y no se para ante los desembolsos económicos que puedan suponer sus decisiones.
Hacer posible que ERC y JUNTS tengan grupo propio va a suponer, por cada uno de esos dos grupos y por cada uno de los 4 años de la legislatura un coste de 364.160,64 euros extra, o lo que es lo mismo DOS MILLONES NOVECIENTOS TRECE MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y CINCO, CON DOCE CÉNTIMOS, por toda la legislatura.
En la situación actual, el PSOE, que ya controla la Mesa del Congreso con la inestimable participación de sus “socios”, está decidido a complacer a quienes tienen en su mano decidir si continúa en La Moncloa y entre otras concesiones “cederá” diputados al partido de Puigdemont, para que los diputados del fugado tengan su grupo; Sumar los cederá a ERC para el mismo fin.
En el Senado, que ahora cuenta con una mayoría absoluta del PP, existe la posibilidad de que quienes no reúnen los requisitos para contar con grupo propio se queden sin él.
No parece serio que un partido “regale” a otro lo que no les han concedido las urnas; (mal)gastar el dinero público en fines que no redundan en beneficio de los intereses de la inmensa mayoría de los ciudadanos, sino que sólo favorecen las opciones personales de quien pretende continuar como presidente del Gobierno de España, debe andar rozando la malversación de caudales públicos.
No dilapiden nuestros impuestos pagados con sangre, sudor y lágrimas, no dejen volar nuestro dinero.