Godín retiró a Pirlo antes de lo esperado
Uruguay 1-0 Italia
La selección de Uruguay tenía que ganar, y ganó. 1-0 ante Italia con un gol del central colchonero Diego Godín en el minuto 81. Los charrúas se medirán a Colombia en octavos de final. Italia, eliminada, vio como dos de los supervivientes de 2006, Buffon y Pirlo, se despedían de la azzurra.
Era el todo por el todo, a vida o muerte. Italia respiraba con el empate, a Uruguay solo le valía que Italia hincara la rodilla. Como la mayoría de partidos en este contexto, fue aumentando en intensidad y emoción según se acercaba el final.
Prandelli varió el esquema una vez más. Defensa de tres, con la zaga de la Juventus al completo, y dos carrileros largos para formar cinco defensores al repliegue. Aquí entraban en escena Mattia De Sciglio y Matteo Darmian. Se caían del once De Rossi y Candreva. Arriba, Immobile para hacerle el trabajo más sencillo a Balotelli, fijando centrales y dándole más libertad para que Pirlo lo aprovechase.
Por su parte, el «profe» Tabárez, mantuvo su alineación titular, pero durante el encuentro vimos como hacía un cambio táctico importante. Cambió también a defensa de cinco. Y con esto se fue acabando Italia.
Los de Prandelli demostraron inoperatividad en muchas fases del encuentro, conatos de ofensivas que parecían dañar el esquema uruguayo. Los charrúas mantuvieron el tipo siempre, pero parecían sin alma por momentos, como si no se estuvieran jugando el pase a la segunda fase de un mundial, como si el que se esfumase esta gran generación de futbolistas uruguayos fuese el menor de los problemas. Italia lo intentaba pero no estaba. Balotelli tuvo uno de esos partidos en los que Mr. Hyde se adueña de Mario, vio una amarilla sin sentido y cerca estuvo de ver la tarjeta roja. No estaba concentrado en el choque, mucho tuvieron que ver los Pereira, Cáceres y Godín en sacarle del mismo. En el descanso Prandelli le sustituyó por Parolo.
Pirlo cuajó el peor partido de los tres. A priori con su formación táctica con la que mejor funciona, Andrea, con un marcaje personal muy correoso como fue el del gran Egidio Arévalo Ríos, siempre sufre. Con Marco Verratti vimos los mejores detalles de la azzura, tanto técnicos como tácticos, este chico vale mucho. Por su parte, Immobile estaba siendo prácticamente inocuo. Servía, eso si, para alargar mucho a Uruguay y mantenerla alerta. En cuanto Ciro fue sustituido, la cosa cambió.
Los de Tabárez estuvieron a expensas gran parte del encuentro, Cavani y Suárez muy solos, solo el Cebolla y Lodeiro iban a visitarles a veces. Cuando el balón les llegaba, debían buscarse la vida. Según se aproximaba el final, se hacían más protagonistas.
La zona cesarini y el mordisco de Súarez
Esos últimos diez minutos del encuentro, esa fracción de tiempo que se hace eterna, se hace aún más larga si son italianos los hombres que tienes en frente. Pero esta vez, la zona cesarini favoreció a Uruguay. Si nos hace falta algún motivo más para ver que esta no es la Italia de siempre, para muestra un botón. Córner botado por Ramírez en el minuto 81 y Diego Godín, no se sabe si con la testa, no se sabe si con el hombro, remata un balón franco y llena de júbilo a esa nación tan pequeña llamada Uruguay. Los goles del central rojiblanco están tomando un cariz épico ya. Estábamos, señores, antes los últimos minutos de azzurro de un jugador espectacular como Andrea Pirlo.
Un minuto antes de que esto sucediera, vimos un rifi-rafe en el área italiana ente Giorgio Chiellini y Luis Suárez. Los dos fueron al suelo. Giorgio agarraba al uruguayo mientras apenas le metía el codo. Luis parece que le propinó un cabezazo.
Chiellini se levanta histérico y va a enseñarle al árbitro la señal de guerra mientras Súarez se lleva la mano a la boca. Luisito lo había vuelto a hacer. ¡Era un mordisco!
La dentadura del charrúa estaba marcada en el hombro de Chiellini, y mira que es duro el italiano. Como si de la película ¡Viven! se tratase, Suárez se aferra a los rivales de una manera un tanto canibalesca, recordemos que Luis ya es reincidente. Y como de casta de le viene al galgo, quien sabe si el delantero algo tendrá que ver con aquel equipo uruguayo de rugby.
Alberto Fernández / @afernan9