A propósito de la luz…
Anda en estos días la población metida de lleno en la polémica del cambio de las tarifas eléctricas en función de los distintos precios que se aplicarán al consumo de luz en las franjas horarias establecidas.
La vicepresidenta Maricarmen ya se ha apresurado a “sugerirnos” que “el temazo no es a qué hora se pone la lavadora, sino quién la pone y quién plancha”, así que estamos todos avisados, ¡hay que compartir las tareas domésticas!, no por la recomendación de la de Cabra, sino porque es lógico y natural repartirse el trabajo.
Pero, a propósito de la luz… está pasando un tanto desapercibido el desembarco de personas vinculadas al principal partido del gobierno, en los más relevantes puestos de representación de las empresas públicas.
Es curioso que cuando Pedro Sánchez Pérez-Castejón llegó a la presidencia del Gobierno de España, tras aquella histórica moción “multicolor”, prometió acabar con las llamadas “puertas giratorias”, eufemismo que en la práctica significaba y sigue significando que destacadas figuras de la política nacional, casi siempre vinculadas al gobierno de turno, una vez apartadas de sus responsabilidades, se incorporan a los consejos de administración de empresas públicas.
Pero, como era de esperar, también ha incumplido su “compromiso” en un asunto en el que sus socios de gobierno siempre se mostraron abiertamente en contra y desde su llegada no ha dejado de “enchufar” a numerosas personas vinculadas al PSOE y especialmente al PSC en importantes sociedades en las que a través de la SEPI, participa en mayor o menor medida el Estado.
Mal ejemplo se da a quienes con esfuerzo y sacrificio se preparan para poder afrontar responsabilidades futuras si luego en la práctica son amigos, compañeros de partido o de estudios, personas de confianza o “cuotas” de compensación del partido, los que acaban llevándose esos puestos, por lo general muy generosamente remunerados, que deberían ser para quienes con todo el rigor y exigencia demostrasen ser los más idóneos.
Incluso dando por buena una suficiente formación y grandes aptitudes de los “elegidos” por el dedo presidencial, para afrontar las responsabilidades del puesto, no debería ser ese el método elegido para sus nombramientos, no parece que ésa sea la fórmula más ética.
Abundan los ejemplos, Hispasat, Paradores, Renfe, Correos, Red Eléctrica, Aena, Navantia, Enusa, Loterías, Indra… en los que el paso por responsabilidades de gobierno o la simple pertenencia al partido, han sido decisivas para sentarlos en los sillones presidenciales de las empresas de participación estatal.
Está por ver si la elección de esas personas es la más conveniente para los intereses de la ciudadanía, pero parece evidente que sí lo es para los del partido que hoy por hoy nos gobierna y que mientras nos marca horarios para el consumo eléctrico sigue “conectando” a los suyos.