Peor es posible
No nos engañemos, si en las elecciones autonómicas celebradas ayer en Cataluña, el candidato hubiera sido un imaginario Joan Pere Ferrusola i Oriol, o incluso el “bailarín” Miquel Octavi Iceta i Llorens, en lugar de Salvador Illa Roca, posiblemente el “peor ministro de Sanidad” de las últimas décadas, tal y como hace unos días lo definió el condenado Junqueras, el resultado final habría sido el que ha sido.
Olvidemos por tanto el “efecto Illa”, más una estrategia electoral, jaleada abiertamente por el CIS, que una apuesta segura, y admitamos el más real “efecto voladura incontrolada” de C´S, que en cuatro años ha perdido 30 escaños, pasando de recibir 1.109.732 votos en 2017 a sólo 157.903 ayer.
En esa “explosión” brutal, 16 de sus escaños han caído sobre la candidatura de los socialistas como auténticos meteoritos sin control, conformando la totalidad de su crecimiento.
En una jornada electoral anómala por culpa de la pandemia, un 46,46% de los electores catalanes decidió no participar en la votación, concediendo al 53,54% restante, poco más de la mitad, la posibilidad de tomar las decisiones políticas que desde ahora afectarán al 100% de los ciudadanos de esa comunidad.
Entre quienes se atrevieron a enfrentarse a la adversidad del momento, no faltaron quienes abanderando el descontento pensaron que la opción constitucionalista con más opciones podría ser VOX y con 217.883 votos, que un día fueron de C´S, les abrieron las puertas del parlamento con 11 escaños.
Sí, los socialistas de Illa han recibido más votos que su rival republicano, apenas 49.000 más, pero suena a ingenuidad que hoy mismo, el ex ministro haya solicitado a ERC que “apoye su candidatura”, más que nada porque el independentismo, que contaba con 66 escaños, tiene ahora 74, una mayoría absoluta sobrada que pueden manejar para ser ellos los que decidan.
Conocidos los resultados hay que tener muy en cuenta el documento firmado, hace hoy cinco días, por ERC, ahora con 33 escaños, JUNTS (con su líder huido de la justicia y su candidata imputada por el Tribunal Supremo por cuatro delitos) con 32 escaños, CUP, que sube 5, con 9 y PdeCAT, estos últimos ahora sin representación parlamentaria, en el que tomaban el compromiso de “sea cual sea la correlación de fuerzas surgida de las urnas, no habrá acuerdo alguno para formar gobierno con Salvador Illa”.
Todo apunta a que en los próximos días se materializarán los acuerdos que harán posible un gobierno independentista en el que, dentro del “trío”, será ERC quien lleve la voz cantante.
Queda la duda de si “envalentonados” por el resultado de ayer, serán capaces de nuevo de mantenerse en la obstinación de su utopía separatista y se atreverán a dar un nuevo salto por encima de la Constitución y la legalidad vigente; ir a peor siempre es posible.