Remeros de un mismo barco
¿Se imaginan ustedes que en el consejo de administración de una gran empresa se permitiera la entrada a nuevos consejeros que, abiertamente, por activa y por pasiva, llevaran tiempo anunciando que su fin último, irrenunciable, su obsesión casi enfermiza, su única pretensión, fuera fraccionarla o montar una sociedad independiente?.
¿Alguien puede llegar a un grado de inconsciencia tal que le pueda parecer una buena idea que para guardar el ganado, se debería incluir también a algunos lobos junto a los perros que como misión inquebrantable tienen la de velar por la integridad y la seguridad del rebaño?.
Esas situaciones podrían tener alguna gracia si se tratara de humorísticas parodias de Míster Bean; pero en la vida real no sería admisible bajo ningún concepto.
La realidad no se puede convertir en una disparatada trama de comedia y hacerlo dice muy poco de la sensatez de quien lo propone, pretendiendo hacer creer que esa es la única solución a todos los males.
Fue ayer mismo cuando el “señor de la ceja”, el “hombre del talante”, el “mediador impenitente” en el caos venezolano, al que acaban de repudiar por escrito los partidos de la oposición por su manifiesta falta de imparcialidad, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, sí “ZP”, ha manifestado su convencimiento de que nuestros problemas se podrían solucionar dando entrada en “un futuro proceso de gobierno en España a los partidos independentistas”.
Dice el ex presidente que “Cataluña y País Vasco han sido grandes focos de desarrollo económico, industrial, cultural y europeísta”, pero parece lamentar, como algo negativo para esas comunidades autónomas, que el poder institucional siempre haya recaído en políticos de origen andaluz o castellano, como él mismo; parece olvidarse de su sucesor, Mariano Rajoy, ¿piensa que su retranca gallega no es de nacimiento?.
Es evidente que las zonas más deprimidas y las provincias que componen la “España vaciada”, son otras y que a lo largo de toda la etapa democrática son esas dos comunidades autónomas las que han obtenido un mayor rédito político a sus apoyos minoritarios claramente interesados, sin importarles en absoluto no sólo el origen de los sucesivos presidentes del Gobierno de España, sino si eran de izquierda, de centro o derecha.
Considera don José Luis que “llega un momento en que tendrá que haber una participación más activa de las fuerzas políticas hoy independentistas” (ERC, Junts per Catalunya, PNV, EH-Bildu y la CUP), lo que conllevaría el reparto de carteras ministeriales a miembros de esas formaciones, algunas de ellas empeñadas en saltarse lo que establece nuestra Constitución e independizarse de España.
No parece de recibo, más aún en estos difíciles momentos sociales y económicos, que nadie y mucho menos un ex presidente del gobierno, aliente una fórmula que lejos de dar solución a los problemas reales del país, originaría mayores quebraderos de cabeza.
Es momento de que todos remen para llegar a puerto, pero como remeros de un mismo barco, es imprescindible que TODOS lo hagan en la misma dirección.